En un rincón perdido del universo, donde las estrellas danzan al compás de la eternidad, surge un latido electrónico que transporta al oyente a otro mundo. Es un mundo donde la pasión se entrelaza con los pulsos rítmicos, creando una sinfonía de emociones que trascienden la realidad conocida.

Los beats electrónicos son como destellos de luz que atraviesan la oscuridad del espacio, guiando a aquellos que se aventuran a explorar este nuevo reino sonoro. En este otro mundo, la música electrónica se convierte en la banda sonora de la pasión desenfrenada, un viaje sensorial que despierta los sentidos y eleva el espíritu.

Las melodías se entrelazan con la energía eléctrica que fluye como un río cósmico, llevando consigo la esencia de una pasión que no conoce límites. Cada sintetizador es una puerta a lo desconocido, cada ritmo una invitación a perderse en la vastedad de este universo sonoro.

Las luces parpadeantes crean un espectáculo visual que sincroniza sus destellos con el latir del corazón electrónico. En este otro mundo, la pasión se manifiesta en cada compás, cada subida y cada caída, creando una coreografía de emociones que eleva el alma a nuevas alturas.

Las frecuencias se entrelazan, creando una red invisible que conecta a todos los habitantes de este mundo electrónico. La pasión fluye como un torrente de energía, conectando mentes y corazones.

HANNA

Impulses - Absen

La realidad se compone de incalculables impulsos, que si se aprietan, llamamos materia, que si se alejan, llamamos energía. Absen no quiso ponerles nombre. Buscó sentirlos, y lo buscó desde el primer momento en que lo tuvo.

Es el oído el primer sentido que desarrolla el humano, aparece con el latido del corazón, y es el oído quien mejor define la comunicación, los impulsos que nos conectan y aprietan. Despuntó desde el principio porque no bastaba. Buscó, innovando en la música y se lanzó al abismo del sonido, sin que aún haya podido encontrarse con el fondo.

“La profundidad se consigue dejándose atravesar por lo que te acaricia mientras caes”, dice. Cae porque no le importa como lo llamamos, importa lo que nos hace sentir. Así defino su música. Él le da vida, la crea, la compacta haciendo de ella materia y la expande hacia todo lo que esté a su alcance, vertiendo energía. No deja de ser un inconformista investigador de la técnica, pues es el momento en que se agarra a las paredes del abismo, cuando el eco permite al público oír sus latidos, que transmite que paren de hablar, que ahora…, sintiendo, para entender que el origen es impulso, sonido y momento.

Absen

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