La máscara, apropiado nombre para estos tiempos, ¿verdad?...
Pero esta canción no habla de las máscaras que estamos viendo últimamente, habla de unas máscaras que cuestan más de detectar y que muchas veces ni nosotros mismos nos damos cuenta de que las llevamos. Máscaras invisibles que nos hacen creer que somos, quién en verdad no somos.

Esta máscara no es de quita y pon, se adhiere a la piel y se vuelve transparente, tanto, que al final te crees que esa máscara eres tú. Pero no... ¡¿tú ya sabes quién eres? yo... Todavía no

La Máscara

A partir de los 19-20 años empecé a tener muchas preguntas sin respuesta acerca de la vida y la muerte, y el destino, de la mano de mi madre, me llevó a  una escuela de autoconocimiento llamada Gnosis donde se estudiaban las enseñanzas de Samael Aun weor. En esta escuela recordé muchas cosas olvidadas que mi alma albergaba en su interior pero que estaban dormidas aunque latentes. Me sentía tan agradecida de poder nutrir ese anhelo, que llevada por la inspiración le hice esta canción a mi maestro de ese momento, J.Font. Como es de esperar nunca se la canté, pues siempre he sido un poco vergonzosa. Gracias a la Gnosis conocí la pedagogía Waldorf, que también dio respuesta a mis anhelos como maestra y a partir de esta, conocí la antroposofía de Rudolf Stainer, donde encontré otros maestros como J. Melè y L. Espiga, que me ayudaron a recordar y a iluminarme un poquito más por dentro. Gracias a todos ellos. Gracias luz

Gracias Luz

Cuando me regalaron  mi primera guitarra en mi 14 cumpleaños, nunca pensé que fuera a conectar de una manera tan fuerte con este instrumento. Enseguida tuve el deseo y la necesidad de expresar aquello que sentía, y de la nada empezaron a surgir melodías y letras. Más adelante durante mis estudios de “animación sociocultural” descubrí el verbo sublimar, que se podría definir como: plasmar  en una expresión artística conflictos emocionales,  necesidades afectivas, anhelos y deseos de todo tipo.  Entonces, me di cuenta que había encontrado la manera de sublimar mis sentimientos, a veces dolorosos y confusos.
Un ejemplo de esto, sería esta canción, que la compuse cuando mis padres empezaron su proceso de separación, poco después de regalarme la guitarra, en plena adolescencia. Aunque aparentemente no fue un proceso doloroso para mí, con los años me he dado cuenta que sí lo fue y la canción me ayudó a digerir la nueva realidad.

Felicidad Ficticia

No sé si alguna vez os habrá pasado, tener dudas acerca de lo que sentís por alguien, supongo que sí. A veces cuesta diferenciar, la atracción, el deseo o pasión o una bonita amistad con el amor de pareja, el noviazgo o enamoramiento. Esta canción va sobre esto, y la imagen del avión es porque en esa época estaba viajando a Estados Unidos, y estaba echa un lío. Es increíble como una canción puede dar un salto cuántico en el tiempo y transportarte a ese mismo momento, sentimiento o sensación en un instante.

No Sé Si Es Amor

Siempre me gustó la Navidad, porque conecta con mi niña interior. La inocencia y admiración cobran protagonismo en estos días. En esta época del año es más fácil percibir lo que no se ve,  ya que los ojos del corazón se abren y permiten observar la magia que nos rodea y que pasa imperceptible en otras estaciones. Es tiempo de paz, de reflexión, de recogimiento, de encontrar tu luz interior y sentirte calentita y agustito contigo misma.
¡Feliz Navidad!

Jingle Bell Rock Caótica Anna

cantautora, amateur. con una propia historia musical que contar

caótica Anna