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Playlist - Part 1

Le Dernier Jour du Disco

L’enfer

Brit Indie vibe, one of the best rock indie tracks Out there 

wasteland

El frío viento de invierno se colaba en el aula. En la ventana, pequeños copos de nieve de papel estaban pegados, recordando a todos que la Navidad estaba cerca. Saô y Ren, estudiantes de segundo de secundaria, se preparaban para el último “examen en pareja” del año.

—Oye, Ren, hoy no podemos perder —dijo Saô con una sonrisa.
Ren, algo avergonzado, asintió suavemente.
—Pero no se trata de ganar o perder… sino de encontrar una sola respuesta juntos, ¿verdad?

Las preguntas eran difíciles: una larga lectura en inglés, problemas de matemáticas aplicadas. Saô escribía apresurado con su lápiz, mientras Ren organizaba las respuestas con calma. A veces chocaban sus opiniones, a veces reían, y poco a poco fueron grabando en la hoja “su respuesta única”.

Al terminar la prueba, el profesor anunció:
—Hoy será especial.
Recortó las hojas en forma de estrella y las pegó en la pizarra. Las paredes del aula se llenaron de estrellas por pareja, brillando como un gran árbol de Navidad.

—Mira, nuestra estrella está en el centro —dijo Ren señalándola.
Saô sonrió feliz.
—Porque trabajamos juntos… por eso brilla de verdad.

En ese instante, el murmullo de la clase desapareció, dejando entre ellos un tiempo silencioso. El examen en pareja ya no era una prueba, sino un regalo. El apoyo mutuo, los choques, las risas y las respuestas compartidas se convirtieron en un recuerdo especial, grabado en sus corazones antes de Navidad.

De regreso a casa, las luces de la ciudad los iluminaban. Saô murmuró:
—Ren, el próximo año también hagamos el examen en pareja.
Ren, algo tímido pero firme, respondió:
—Por supuesto. Nuestra respuesta apenas comienza.

La nieve caía suavemente en la noche. Las luces de la ciudad centelleaban, y el recuerdo del examen aún permanecía cálido en sus corazones. Como habían prometido, Saô y Ren se encontraron en la noche de Navidad.

Sentados en un banco del pequeño parque, cada uno sostenía un paquete en sus manos.
—Entonces… ¿lo intercambiamos a la vez?
—Sí, ¡a la cuenta de tres!

Saô entregó una bufanda azul, el color favorito de Ren. Ren le dio a Saô un pequeño colgante de plata. Riendo, abrieron los paquetes al mismo tiempo y sintieron cómo sus corazones se unían en ese instante.

De repente, ocurrió algo extraño. La vieja farola del parque comenzó a emitir una luz suave. La nieve brillaba como estrellas, y a su alrededor el aire se volvió cálido y protector.

Ren, sorprendido, miró a Saô. En sus ojos, la luz parecía una bendición.
—¿Crees… que alguien nos está cuidando? —susurró Saô.
Entonces, una voz ligera resonó en el viento:

“Amados, confíen el uno en el otro y sosténganse siempre.”

Aquellas palabras, semejantes a una bendición de Jesucristo, llegaron directo a sus corazones.

Ren tomó suavemente la mano de Saô, quien la apretó en respuesta.
—Nuestra respuesta siempre estará junta, ¿verdad?
—Sí… desde ahora y para siempre.

La nieve seguía cayendo, posándose sobre sus hombros. Pero ya no sentían frío. En esa luz de bendición, la Navidad de Saô y Ren se convirtió en un recuerdo eterno.


Rivers of Babylon

Boney M.

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