Desde el principio de la creación, el corazón de Dios ha sido el asociarse con nosotros Sus hijos y empoderarnos para ser fructíferos, multiplicarnos, sojuzgar y señorear. 

“Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.” Génesis 1:28 (RV60).

El empoderamiento que el hombre recibió de parte de Dios en el principio pero que perdió a través del pecado, fue restaurado en la muerte y resurrección de Jesús. Jesús reveló el corazón del Padre y este mismo deseo de empoderar a Sus hijos a lo largo de su ministerio. Jesús tuvo una prioridad, esta fue la de empoderar a doce hombres para que continuaran con la labor que Él empezó.

“Después subió al monte, y llamó a sí a los que él quiso; y vinieron a él. 14 Y estableció a doce, para que estuviesen con él, y para enviarlos a predicar, 15 y que tuviesen autoridad para sanar enfermedades y para echar fuera demonios:” Marcos 3:13-15 (RV60).

Dios no nos empodera para hacer algo que no nos ha dado el poder y autoridad para hacerlo. El ha creado y nos ha posicionado en una cultura de empoderamiento en la cual podemos llevar mucho fruto, asociarnos y colaborar con Él para cumplir el propósito original de Dios de expandir su Reino.

Dios cree en nosotros mucho más de lo que nosotros creemos en nosotros mismos. 

Pastor Stevan Marroquin 

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El Corazón Del Padre // Pastor Stevan Marroquin

“Porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.” Lucas 19:10 NVI.

Jesús era un glotón, un borracho y amigo de pecadores, o al menos eso es lo que los religiosos y personas de su época decían de Él. Una reputación que se había ganado al precisamente ser amigo de pecadores. Jesús salía a las calles y cada vez que encontraba al más pecador de todos, entablaba una conversación con él o ella, comía con ellos, los defendía, se quedaba en su casa, se hacía su amigo y simplemente mostraba lo que Él era, amor incondicional. A Jesús no le importaba lo que otros pudieran pensar de Él, a Él no le importaba poner en riesgo su reputación al juntarse con personas “malas”. Jesús sabía que la única forma en la que estas personas podían ser salvadas era si Él mismo salía a encontrarlas. Un encuentro con Jesús bastaba para que estos pecadores fueran transformados en santos. Un encuentro con Jesús y ellos pasaban de ser pecadores a ser seguidores, discípulos, evangelistas de Aquel que les mostró amor y se hizo su amigo.
Jesús tenía claro su propósito en esta tierra, Él dijo cosas como: “Los sanos no necesitan del médico, sino los enfermos...yo no he venido a llamar a justos, sino a pecadores...yo he venido a buscar y salvar a los que están perdidos”. 
¿Como alguien puede encontrar algo que está perdido, si no sale y lo busca? 
Y eso es exactamente lo que Jesús hizo con nosotros. El salió y nos encontró. El descendió del Cielo para buscarnos, nos encontró y nos amó. 
Jesús amigo de pecadores, Jesús mi amigo.

La Escala Del Mal // Pastor Stevan Marroquín //

"Porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.” Lucas 19:10 NVI.

Jesús era un glotón, un borracho y amigo de pecadores, o al menos eso es lo que los religiosos y personas de su época decían de Él. Una reputación que se había ganado al precisamente ser amigo de pecadores. Jesús salía a las calles y cada vez que encontraba al más pecador de todos, entablaba una conversación con él o ella, comía con ellos, los defendía, se quedaba en su casa, se hacía su amigo y simplemente mostraba lo que Él era, amor incondicional. A Jesús no le importaba lo que otros pudieran pensar de Él, a Él no le importaba poner en riesgo su reputación al juntarse con personas “malas”. Jesús sabía que la única forma en la que estas personas podían ser salvadas era si Él mismo salía a encontrarlas. Un encuentro con Jesús bastaba para que estos pecadores fueran transformados en santos. Un encuentro con Jesús y ellos pasaban de ser pecadores a ser seguidores, discípulos, evangelistas de Aquel que les mostró amor y se hizo su amigo.
Jesús tenía claro su propósito en esta tierra, Él dijo cosas como: “Los sanos no necesitan del médico, sino los enfermos...yo no he venido a llamar a justos, sino a pecadores...yo he venido a buscar y salvar a los que están perdidos”. 
¿Como alguien puede encontrar algo que está perdido, si no sale y lo busca? 
Y eso es exactamente lo que Jesús hizo con nosotros. El salió y nos encontró. El descendió del Cielo para buscarnos, nos encontró y nos amó. 
Jesús amigo de pecadores, Jesús mi amigo.

El Lado Oscuro // Pastor Stevan Marroquín //

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