Hablamos con Charo Blanco, psicóloga y terapeuta infantil especializada en traumaterapia sistémica infantojuvenil, acerca de los principales desafíos en el acogimiento familiar y la adopción, el desajuste entre expectativas y realidades, de la necesidad de integrar nuestra propia historia de vida, así como de los efectos del trauma complejo en los niños y niñas del sistema de protección: su modelo interno de trabajo, la disociación, los disparadores emocionales y sus dificultades en el entorno escolar.

Los niños y niñas que vienen del sistema de protección no han nacido en un entorno de seguridad por ello la terapeuta nos recuerda que nuestra motivación debe de estar centrada en sus necesidades y que debemos poner el foco en nosotros mismos, en nuestras habilidades como padres o madres. 

La experta señala que estos niños, niñas y adolescentes abren nuestras heridas y nos invita a reflexionar sobre cómo han sido nuestras primeras relaciones en la infancia, cómo han sido cubiertas nuestras necesidades" y  cómo influye en la crianza de mi hijo o hija. Ser padres y madres nos conecta de una manera especial con nuestro "niño interior", remueve cosas de nuestra infancia que condicionan nuestra relación y nuestro vínculo con nuestros hijos e hijas. 

La falta de cuidados en los primeros años puede generar mecanismos de defensa que, muchas veces, bloquean el sufrimiento físico y emocional que se manifiestan en la disociación. El niño  o niña puede revivir la misma sensación de amenaza que vivió antes y sus reacciones son las mismas que se gestaron en la situación traumática.

A veces no es fácil diferenciar los disparadores emocionales que tienen que ver con el trauma de las mentiras y otras conductas disruptivas. Pero existen señales inequívocas cuando en un momento determinado y sin causa aparente el niño o niña se desregulan por completo, responde manera desproporcionada, no recuerda, manifiesta diferentes personalidades, es decir, tiene un cambio brusco de comportamiento. En estos casos no hay duda de que el niño o niña está fuera de control, una manifestación de que "su cerebro está secuestrado por el trauma", hay algo que esta llevando al niño a otro momento, a otra vivencia. Cuando el niño no recuerda algo, y por sus gestos y por su conducta vemos que no lo recuerda, digamos que ese es el paradigma de la disociación, señala Blanco.
 
Siguiendo en la línea de las secuelas de la adversidad temprana, la terapeuta nos habla de cómo se manifiesta el trauma en el "modelo de trabajo interno", la representación del modo de estar en el mundo que tiene que ver con cómo hemos integrado la representación de nosotros mismos. 
El concepto de uno mismo hace referencia a toda la serie de particularidades físicas, emocionales, intelectuales, sociales, etc. que conforman la imagen que tenemos de nosotros mismos.

Su mensaje es claro: la mayoría de estos niños y niñas han integrado una representación muy negativa de sí mismo. Están convencidos de que no son merecedores de amor, de que son torpes y no son capaces de enfrentarse a los retos diarios. Han integrado esta visión negativa de sí mismo de una manera muy profunda porque no han sido protegidos. 

La representación que tienen de los demás está también muy relacionada con esta visión de sí mismo. No esperan nada o casi nada de los demás, no confían en los demás. Una representación interna de los demás que tiene muchas carencias y no se sienten con la seguridad para demandar lo que necesitan. 

Por último, la experta nos habla de las manifestaciones del trauma relacional en el entorno escolar. Lo más perceptible son las dificultades que estos niños y niñas manifiestan en las funciones ejecutivas, una serie de capacidades cognitivas que le permite centrar, pensar, reflexionar, planificar y responder acorde a una situación.

Charo Blanco: "El trauma complejo mantiene al niño en modo supervivencia"

"El acogimiento familiar en primera persona", por Lola Sinisterra. Accede a la entrevista completa en este enlace
https://soundcloud.com/escueladefamilias/sets/entrevista-a-lola-sinisterra
1 El acogimiento familiar no deja de ser algo traumático para el propio niño o niña. Podría darnos algunas pautas o estrategias que nos ayuden a acompañarlos en esa pérdida.
2 El acople como facilitador de la vinculación con la familia acogedora requiere de un tiempo de desarrollo. ¿Cuáles serían los problemas más comunes en la fase de adaptación?
3 Los niños y niñas que han sufrido rupturas familiares no entienden por qué han sido separados de su familia biológica. A veces piensan que el motivo es que se han portado mal y se siente culpables. En muchas ocasiones no son capaces de iniciar la comunicación ni de elaborar un relato cronológico de lo que les pasó, ni tienen las herramientas adecuadas para hablar de esos recuerdos traumáticos. ¿Cómo podemos ayudarles y cómo deberíamos relatar su historia?
4  Es frecuente que los niños y las niñas acogidos, especialmente aquellos que han sufrido malos tratos, puedan mostrar durante la adolescencia actitudes de hostilidad y desconfianza hacia sus acogedores. Actitudes y sentimientos que se pueden traducir en conductas disruptivas, de rebeldía y violencia hacia sus cuidadores. De la necesidad de poner a prueba el vínculo, el amor, hablas en tu libro. Qué les aconsejarías a las madres y padres acogedores en esos momentos difíciles. 
5 Para el niño o la niña que llega a una familia de acogida el vincularse significa que deja atrás el otro vínculo con la familia de origen. Esto le ocasiona, en la mayoría de los casos, un conflicto de lealtad y se establecen roles entre las familias biológicas y acogedoras. Podrías explicar cómo lo viviste, qué hubieras necesitado. Qué implica la presencia de la familia biológica en el cuidado de los niños y las niñas en acogimiento familiar.
6 Aunque cada niño o niña puede vivirlo y expresarlo de forma distintas, el final del acogimiento es un momento sensible. Cómo preparar esta trasición.
7 Cómo acompañar en la búsqueda de origen y en acceso al expediente administrativo en la mayoría de edad ¿Deberían estar acompañados por profesionales de la psicología y/o de la mediación?

Cuáles serían los problemas más comunes en la fase de adaptación

Hablamos con Charo Blanco, psicóloga y terapeuta infantil especializada en traumaterapia sistémica infantojuvenil. Los niños y niñas que vienen del sistema de protección no han nacido en un entorno de seguridad por ello la terapeuta nos recuerda que nuestra motivación debe de estar centrada en sus necesidades y que debemos poner el foco en nosotros mismos, en nuestras habilidades como padres o madres.

Cuáles serían las motivaciones y las expectativas adecuadas para adoptar o acoger a un niño o niña

Uno de los principales desafíos en la adopción y en el acogimiento es el desajuste entre expectativas y realidades. Hablamos con Charo Blanco, psicóloga y terapeuta infantil especializada en traumaterapia sistémica infantojuvenil.

¿Influyen nuestras motivaciones y expectativas en el niño o niña adoptado o acogido?

Nuestra infancia, las vivencias y las personas que dejan huellas en nosotros nos marcan de alguna manera en la crianza de nuestros hijos e hijas.
Charo Blanco, psicóloga y terapeuta infantil especializada en traumaterapia sistémica infantojuvenil, señala que estos niños, niñas y adolescentes abren nuestras heridas y nos invita a reflexionar sobre cómo han sido nuestras primeras relaciones en la infancia y cómo han sido cubiertas nuestras necesidades" y cómo influye en la crianza de mi hijo o hija. Ser padres y madres nos conecta de una manera especial con nuestro "niño interior", remueve cosas de nuestra infancia que condicionan nuestra relación y nuestro vínculo con nuestro hijo o hija.

¿Deberíamos hacer un trabajo previo para integrar nuestra historia de vida?

Charo Blanco, psicóloga y terapeuta infantil especializada en traumaterapia sistémica infantojuvenil, nos recuerda que nuestro estilo de apego condiciona el vínculo con nuestro hijo o hija.
Si nuestro estilo de apego no es todo lo sano que pensábamos, en la inmensa mayoría de los casos es reparable. Nuestro estilo de apego no es algo fijo e inmutable, ni un trastorno ni algo definitivo. Tenemos como adultos la capacidad de modificar patrones de los diferentes estilos de apego inseguro que tengamos. 

En nuestro caso, como padres y madres, estamos hablando del compromiso y la responsabilidad con estos niños y niñas y es clave que reflexionemos y nos cuestionemos nuestro estilo de apego en las relaciones.

¿Condiciona nuestro estilo de apego el vínculo con nuestro hijo o hija?

Charo Blanco, psicóloga y terapeuta infantil especializada en traumaterapia sistémica infantojuvenil, nos habla de los distintos tipos de traumas y de las consecuencias del trauma complejo en los niños, niñas y adolescentes. 

Cuando nos referimos a los niños, niñas y adolescentes del sistema de protección hablamos del trauma tipo dos, denominado trauma relacional temprano o trauma completo. Es el que compromete de alguna forma todas la áreas de la vida psíquica y física de estos niños y niñas.

Son niños y niñas con muchas dificultades para controlar sus impulsos, tienen distorsionado la percepción de sí mismo. No se pueden controlar y además no confian en sus propios recursos y tienen muy afectada las relaciones interpersonales y su conducta.  

Este tipo de trauma se denomina trauma relacional temprano porque las personas de referencia, las personas de apego primario, principalmente sus padresy madres, son los que les han causado el daño, por eso compromete tanto el área relacional.

El niño o niña que está viviendo una situación traumática mantenida en el tiempo, se siente totalmente desprotegidos pero además siente que está en peligro. Ha vivido en una situación de hipervigilancia, ha tenido que mantener el control porque creían que estaban en peligro, tanto cuando se les agrede como como cuando se les abandona a nivel físico y emocional.

¿Qué es el trauma?

Somos una red de formación y apoyo a familias ADOPTIVAS, ACOGEDORAS y COLABORADORAS a través del asesoramiento de profesionales que aportan su conocimiento y experiencia. Este proyecto se integra en el Observatorio de la Infancia y Adolescencia de Andalucía, adscrito a la Agencia de Servicios Sociales y Dependencia de Andalucía.

¿Condiciona nuestro estilo de apego el vínculo con nuestro hijo o hija?

ESCUELA DE FAMILIAS

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