Humilde homenaje a don Nicanor Parra, el maestro de los antipoetas del mundo. Merecedor del Nobel, para empezar. De ahí para adelante.

Parra usted, don Nicanor

Canción tributo a Philip Marlowe, el personaje creado por Raymond Chandler, el maestro de la novela negra de detectives de los años cuarenta y cincuenta. Marlowe, un detective medio venido a menos, con pasado de policía y con oficina sin secretaria, acepta casos aparentemente sin importancia pero que terminan dejando al descubierto lo más oscuro del alma humana. En el cine, Marlowe fue interpretado por el mismísimo Humphrey Bogart. ¿Qué más se podría pedir?

Buenas noches, Mr. Marlowe

Canción inspirada en la novela “Triste, solitario y final” de Osvaldo Soriano, en mi opinión uno de de los más grandes escritores hispanoamericanos. En la novela, el mismo Soriano se incorpora a la acción y junto con Philip Marlowe (ver la canción “Buenas noches, Mr. Marlowe”) intentan ayudar a Stan Laurel, un viejo actor cómico en decadencia, a obtener trabajo. Soriano dedicó esta novela a Raymond Chandler y la tituló a partir de una frase de Marlowe en “El largo adiós”. Por todo lo dicho, esta canción y “Buenas noches Mr. Marlowe” comparten el mismo carácter y la misma estructura. Son canciones hermanas y complementarias.

Triste, Soriano y final

Se dice que la famosa película "Blade Runner" de Ridley Scott se basó en la novela "¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?" de Philip K. Dick, pero la película prácticamente nada tiene que ver con la novela, ni en la trama ni en la ambientación ni, sobre todo, en la actitud de los androides que deben ser “retirados de circulación". En la novela, aunque quieren vivir más tiempo, los androides se resignan a lo que son y a su breve existencia: solo cuatro años. Esta canción se inspira en la rápida y fugaz existencia de los androides Nexus-6, carentes de emociones y por eso mismo tan difíciles de distinguir de un verdadero ser humano.

Fernando_Erbetta