Y se verá

Como ladrón en la noche,
así será, así será.
No habrá tiempo de vuelta,
de vuelta atrás,
ni de llorar.

Porque pasó el tiempo,
fue de gracia.
Porque pasó
y hubo chances de elegir.

Y se verá y brillará
y ante sus gloria
de pie los fieles van,
son su rebaño
y todo ojo le verá;
tan fieles son sus hijos
para su hogar, tan fieles son.

Y Se Verá

Llévame

Consolador de mi Señor tú vives aquí.
Dices qué está bien, dices qué está mal y cuidas de mí.
Mi guía mi luz y mi despertar en la oscuridad.

Espíritu Santo, llévame a Cristo y que interceda por mi otra vez.
Llévame al Padre y que me acepte de nuevo otra vez.
Yo quiero subir, yo quiero volar y hasta tu trono quiero escapar.
Inunda mi alma, porque también tú eres mi Dios.

Me enseñas a orar y a comprender tu eterna verdad.
No te puedo ver y puedo sentirte en mi respirar.
Ahuyentas mis miedos y colmas mis días de tu santidad.

Espíritu Santo, llévame a Cristo y que interceda por mi otra vez.
Llévame al Padre y que me acepte de nuevo otra vez.
Yo quiero subir, yo quiero volar y hasta tu trono quiero escapar.
Inunda mi alma, porque también tú eres mi Dios.

Me enseñas a orar y a comprender tu eterna verdad.
No te puedo ver y puedo sentirte en mi respirar.
Ahuyentas mis miedos y colmas mis días de tu santidad.

Espíritu Santo, llévame a Cristo y que interceda por mi otra vez.
Llévame al Padre y que me acepte de nuevo otra vez.
Yo quiero subir, yo quiero volar y hasta tu trono quiero escapar.
Inunda mi alma, porque también tú eres mi Dios.
Porque también tú eres mi Dios, quiero ser hijo del reino otra vez.

LLévame

Cuando se acumulan mis errores
y me rebelo, siempre estarás tú.
Cuando junto al cielo hay alabanzas,
y en mis plegarias, siempre estarás tú.

Muero de sed por ti, deseo tu gloria aquí.
Desierto estoy y anhelo lluvia en mí.
Durante mis desvelos siempre estarás…tú.

Solo en ti encuentro mi refugio,
porque en mis miedos siempre estarás tú.
Solo en ti la paz halla mi alma, 
porque en mi mente siempre estarás tú.

Muero de sed por ti, deseo tu gloria aquí.
Desierto estoy y anhelo lluvia en mí.
Durante mis desvelos siempre estarás…tú.

Muero de sed por ti, deseo tu gloria aquí.
Desierto estoy y anhelo lluvia en mí.
Durante mis desvelos siempre estarás…tú. 

Solo en ti encuentro mi refugio,
porque en mi mente siempre estarás.

(Inspirado en Salmos 62, 63, 64 y 65)

Siempre Estarás

En tu voluntad puedo vivir mejor
pues llenas mi ser y todo alrededor
Coros
En tu voluntad encuentro mi dirección
En tu voluntad...
Y toda mi vida vuelve a tu dimensión
En tu voluntad...
Te agradezco
En tu voluntad puedo oír tu voz
Y me iluminas mi camino
Coros
En tu voluntad encuentro mi dirección
En tu voluntad...
Y toda mi vida vuelve a tu dimensión
En tu voluntad...
Te agradezco

En tu voluntad encuentro mi dirección
En tu voluntad...
Y toda mi vida vuelve a tu dimensión
En tu voluntad...
En tu voluntad encuentro mi dirección
En tu voluntad...
Y toda mi vida vuelve a tu dimensión
En tu voluntad...
Te agradezco
Te agradezco
Te agradezco
Te agradezco
Te agradezco

Te Agradezco

Bienaventurado aquel cuyo ayudador es Dios,
cuya esperanza está en el Señor. (Salmos 146:5)
Bienaventurado aquel que al pobre auxiliará,
en el día malo Dios lo librará. (Salmos 41:1)

¡Y ahora oh! Dios ¿Qué esperaré?, mi esperanza está en ti. (Salmos 39:7)
Y aunque afligido esté, piensas en mí. (Salmos 40:17)
¡Oye oh! Dios mi oración, no te escondas de mi voz. (Salmos 55:1)
Y en las alas de tu amor me amparare. (Salmos 57:1)

Bienaventurado aquel que pone su fuerza en ti,
y en tus caminos irá su corazón. (Salmos 84:5)
Bienaventurados son los que habitan en tu hogar
y por siempre a ti Señor te alabarán. (Salmos 84:4)

¡Y ahora oh! Dios ¿Qué esperaré?, mi esperanza está en ti. (Salmos 39:7)
Y aunque afligido esté, piensas en mí. (Salmos 40:17)
¡Oye oh! Dios mi oración, no te escondas de mi voz. (Salmos 55:1)
Y en las alas de tu amor me amparare. (Salmos 57:1)

¡Y ahora oh! Dios ¿Qué esperaré?, mi esperanza está en ti. (Salmos 39:7)
Y aunque afligido esté, piensas en mí. (Salmos 40:17)
¡Oye oh! Dios mi oración, no te escondas de mi voz. (Salmos 55:1)
Y en las alas de tu amor me amparare. (Salmos 57:1)

Gabriel Hernán Barrientos