Name: ¿La fe desde mí... o desde Dios? (Santa Teresa de Jesús, 15 octubre) by ParroquiaGavia
Duration: 31 min 3 s
Description: La fe podemos vivirla desde nosotros mismos... o desde Dios. Nuestra civilización viene de unos cuantos siglos centrada en sí misma. De ahí el cansancio y el cinismo... Pero ha habido también quien ha sabido descubrir a Dios y vivir centrado en Él. Ese es el caso de santa Teresa de Jesús, de quien meditamos aquí algunos textos.

"Cuando volvieron a donde estaban los demás discípulos, vieron mucha gente alrededor y a unos escribas discutiendo con ellos. Al ver a Jesús, la gente se sorprendió y corrió a saludarlo.
Él les preguntó: «¿De qué discutís?».
Uno de la gente le contestó: «Maestro, te he traído a mi hijo; tiene un espíritu que no lo deja hablar; y cuando lo agarra, lo tira al suelo, echa espumarajos, rechina los dientes y se queda rígido. He pedido a tus discípulos que lo echen y no han sido capaces».
Él, tomando la palabra, les dice: «¡Generación incrédula! ¿Hasta cuándo estaré con vosotros? ¿Hasta cuándo os tendré que soportar? Traédmelo».
Se lo llevaron. El espíritu, en cuanto vio a Jesús, retorció al niño; este cayó por tierra y se revolcaba echando espumarajos.
Jesús preguntó al padre: «¿Cuánto tiempo hace que le pasa esto?». Contestó él: «Desde pequeño. Y muchas veces hasta lo ha echado al fuego y al agua para acabar con él. Si algo puedes, ten compasión de nosotros y ayúdanos».
Jesús replicó: «¿Si puedo? Todo es posible al que tiene fe».
Entonces el padre del muchacho se puso a gritar: «Creo, pero ayuda mi falta de fe».
Jesús, al ver que acudía gente, increpó al espíritu inmundo, diciendo: «Espíritu mudo y sordo, yo te lo mando: sal de él y no vuelvas a entrar en él».
Gritando y sacudiéndolo violentamente, salió. El niño se quedó como un cadáver, de modo que muchos decían que estaba muerto. Pero Jesús lo levantó cogiéndolo de la mano y el niño se puso en pie.
Al entrar en casa, sus discípulos le preguntaron a solas: «¿Por qué no pudimos echarlo nosotros?».
Él les respondió: «Esta especie solo puede salir con oración»."

Una raza especial (de demonios) (Mc 9,14-29)

Comenzamos la preparación de la JMJ de Lisboa acercándonos a una escena del Evangelio en la que Jesús se dirige a un jóven.  Lo hacen precisamente con las palabras que marcan este itinerario de preparación: "¡levántate!". 
Así lo narra san Lucas: "Poco tiempo después iba camino de una ciudad llamada Naín, y caminaban con él sus discípulos y mucho gentío. Cuando se acercaba a la puerta de la ciudad, resultó que sacaban a enterrar a un muerto, hijo único de su madre, que era viuda; y un gentío considerable de la ciudad la acompañaba. Al verla el Señor, se compadeció de ella y le dijo: «No llores». Y acercándose al ataúd, lo tocó (los que lo llevaban se pararon) y dijo: «¡Muchacho, a ti te lo digo, levántate!». El muerto se incorporó y empezó a hablar, y se lo entregó a su madre".

Levántate y ponte en camino (Lc 7,11 - 15)

El apóstol, con su crecimiento, da prueba de estar vida; y con su deseo de dar fruto -y de hecho, dando fruto- manifiesta su condición evangélica. Cristo nos ha elegido para dar fruto: tal es el deseo íntimo de todo apóstol del Señor.

El deseo de dar fruto

La fe podemos vivirla desde nosotros mismos... o desde Dios. Nuestra civilización viene de unos cuantos siglos centrada en sí misma. De ahí el cansancio y el cinismo... Pero ha habido también quien ha sabido descubrir a Dios y vivir centrado en Él. Ese es el caso de santa Teresa de Jesús, de quien meditamos aquí algunos textos.

¿La fe desde mí... o desde Dios? (Santa Teresa de Jesús, 15 octubre)

El segundo paso del camino hacia Lisboa es una invitación a considerar el sí de María. Lo hacemos aquí considerando también el sí de un gran santo, Juan Pablo II, y de tantas otras personas a las que quizá hemos conocido. 

El texto de la catequesis se puede consultar aquí: https://jmj2023donwloads.blob.core.windows.net/website/ES/Preparacion/RiseUp/JMJ-Catequeses_IND-01-ES.pdf

Levántate y di sí (Juan Pablo II - 22 de octubre)

El Evangelio de san Lucas se abre con dos paralelos: en anuncio y el nacimiento de Juan Bautista y de Cristo. Uno y otro son muy diferentes, pero entre uno y otro es posible descubrir algunos rasgos fundamentales sobre el modo en que comienza la vida cristiana.

Así empiezan la vida de Cristo... y la vida cristiana

Desde muy pronto Jesús empieza a chocar con las autoridades religiosas de su tiempo. En el fondo, ese choque tiene que ver con el modo de comprender la vida espiritual. Jesús propone entrar en la lógica de la gracia. 
Una meditación en torno a los textos Lc 18,9-14 y Lc 7,36-50.

Acoger el pecado, y el dolor, y el amor

La vida cristiana comienza con el don del Espíritu Santo en el bautismo. Claro que a lo largo de la vida es preciso dejarle actuar en nuestro corazón y estar abiertos para recibir también la misión que el Señor quiere abrir ante nuestros ojos.

Levántate y acoge el Espíritu (Lc 4,16 - 30)

"Concede a tus fieles, Dios todopoderoso, el deseo de salir acompañados de buenas obras  al encuentro de Cristo que viene...". Esto vamos a pedir el domingo: que el Señor nos aumente el deseo de salir a su encuentro. El deseo de recibirle, de llenarlos de su luz y de su Vida.

Deseos de salir a su encuentro (1r domingo Adviento - A)

Tras el fallecimiento de Benedicto XVI, es posible acercarse a su vida y descubrir lo que Dios hizo en ella, y la luz que ha difundido en el mundo. En este tiempo de oración se repasan tres aspectos de su vida entregada: la alegría, el servicio y la fidelidad.

Benedicto XVI - una Alegría fundada en el Amor

Meditación sobre la vida cristiana en medio del mundo, predicada por un sacerdote del Opus Dei, en el retiro mensual de febrero de 2023.
+Info https://opusdei.org/es-es/tag/retiro-mensual/

Meditación: Sal de la tierra y luz del mundo

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¿La fe desde mí... o desde Dios? (Santa Teresa de Jesús, 15 octubre)

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