Los pasos, el vuelo, el deslizamiento en el viento. 
La caída, la cálida bienvenida del suelo.

Los brazos abiertos, las manos que explotan en cada movimiento. La sonrisa y las luces se apagan.

Fragmentos: regresos

<< Que se trataba de un nombre propio no lo dudé en ningún momento; hay veces en que uno hasta ve la mayúscula de ciertos sonidos compuestos >>.

Now shut up.

Pieza inspirada en un cuento de un circo de emociones de los Niños de FUNFAI.

Lagrimas de elefante

Sale de la tierra, no reconoce al mundo.
Busca, busca, no hay nadie alrededor.
Pasó el invierno y todos se han ido. 

Canta, canta, nadie lo escucha. 
Salta, salta, nadie lo mira.

Salta montes y montañas, 
Quiere volar sobre ellos. 
Salta, salta lejos. 
No quiere huir, quiere despegar. 


Sin alas

La noche cae, las estrellas una a una se acomodan en el cielo. La luna se acomoda justo en medio de las estrellas más brillantes. El viento espacial cruza la tierra y llega hasta ella. El trapecista mirando al infinito, la malabarista mirando a la luna, aguardando. Sus miradas se encuentran, se cruzan a través de kilómetros de distancia, la noche dura tantas vidas de sol y ellos aguardan, se contemplan. Su vida se acorta en esa noche suspendida, se acorta hasta deshacerse en el tiempo y ambos se hacen de noche, se hacen noche. 

Ahora al mirar la luna, se escuchan las danzas, se miran los fuegos de ambos acompañando sus soledades por siempre. 

III. Fuegos lunares [encuentros]

[Te obsequio un sol, escoge el más brillante, el más muerto.]

Cuando el atardecer pesa, cuando la luz del sol no cega, cuando se puede mirar y no lastima los ojos, pero algo está muriendo dentro. El sol de ese atardecer que no se esconde, que permanece días y noches, fulminante. 
El sol que de noche se vuelve más amable, te deja dormir y finge que duerme contigo, que tranquiliza el pensamiento y el andar. 
Pero aún de noche pesa tanto, porque ese atardecer deja rastros de sol debajo de las sombras y te quema dulcemente.

[Escoge el más brillante, el más muerto, el que brille más a media noche, ese te lo obsequio.]


Sol de media noche

[Los recuerdos se mantienen, se guardan con los segundos que no pasan.]

Recuerdas cómo en aquel verano... las mañanas tranquilas, calurosas, tan... y luego por la tarde andábamos, paseábamos... los días transcurrían como segundos lejos de ahí. Fue la última vez.... Ese verano, recuerdas? estábamos ahí y en ningún otro lugar. Y ahora, ahora sucede que nunca estuvimos. Ese verano incompleto, ese que solo existe en esos segundos que nunca pasaron. 
Te recuerdo cada momento que no pasas, como aquel verano. 

Lena du Bo