Núcleo

Edén (Outro)

Edén (Outro; ni laúdes ni kavales)

Letra:  

Por lo que más quieras, no tires de mis raíces;
admira mi fúnebre tono antes que todo marchite.
Ni tus lágrimas, ni tierras inhóspitas me harán crecer...
disfruta de la nueva oleada de jazmines.

Pues cuando todo esto termine
seremos semillas de jardines grises.
Mi última petición, si se me permite,
será borrar de ti la tonta idea de verme volver.

Germinaré en una nueva consciencia:
otra función, otro color, otra esencia;
florecerán en mí pétalos de experiencia,
y de nuevo moriré. Lo sé, es una triste secuencia.

Posteriormente me verán de nuevo en el jardín,
quizá no sepas ubicarme en medio del carmín,
Pese al reinicio de mi mente, aún te guardo en mí,
no te recuerdo exactamente, pero estás aquí.
Hoy sé que no es un accidente volver a vivir,
y que el comienzo de las cosas también es su fin.
He visto esto tantas veces, pero a un así,
no me imagino el día en el que me logre aburrir. (x2) 

Un nuevo jardín, un nuevo jardín: 
todo va a cambiar en un nuevo jardín. (x4)

Un nuevo jardín

Plegaria desde un hospital

Plegaria desde un hospital (Interludio; buenas intenciones)

Me elevo en el burbujeo y el vapor,
siento el calor del jadeo, 
luego una voz me expulsa: como a una excusa, 
como al hedor de los miedos. 

Ahora me miro por fuera;
soy el deseo, soy el temor.
Si quiero evitar otro error, 
debo volver muy pronto a mi cueva. 

Escalo en el tintineo atroz 
y en el sopor que me tambalea,
caigo por el bostezar de las ideas,
desde el corazón. 

¡Soy tu razón!
Ten más cuidado donde balbuceas.
El pináculo de la odisea,
¡ese será mi último escalón!

Déjame entrar, déjame entrar, déjame entrar en ti… (x4)¡soy tu razón!

La razón

Jade

Jade (Interludio)

Cicatricé en heridas ajenas,
escapé del cautiverio, del cauterio de las penas. 
Pagué mis complejos con faena. 
Sin duda pesa más la mente que las cadenas.

Me dejé llevar por el auspicio: 
me engañé, refunfuñé ante el bullicio,
lo juzgué todo mal desde un inicio;
sin duda no hay peor pérdida que el prejuicio. 

Sin duda pagamos nuestra condena 
con la verbena y el sabor del maleficio, 
con el antojo de vivir sin sacrificio, 
y con el juicio de unos ojos que se queman. 

Sin duda...
Sin duda... 

Ahora sé que adelantarse no es llegar más pronto. 
Al contrario, puede ser el camino más largo. 
Me privé del conocimiento del tonto, 
todo por pensar que no podría enseñarme algo. 

Ahora sé que adelantarse no es llegar más pronto. 
Al contrario, puede ser el camino más largo. 
Me privé del conocimiento del tonto...
pero qué tonto fui, y todo por vivir con dudas. 

Sentí el fracaso de un futuro incierto,
me vi proyectado en todos mis defectos.
Llegó primero el llanto que el momento;
sin duda es el miedo lo que hace mover al tiempo. 

Me arrastré a la penumbra del odio,
me alejé de todo y todos durante un largo episodio. 
Medité, me libré de mis demonios. 
Sin duda no hay soledad cuando se tiene amor.

Ahora sé que adelantarse no es llegar más pronto. 
Al contrario, puede ser el camino más largo. 
Me privé del conocimiento del tonto, 
todo por pensar que no podría enseñarme algo. 

Ahora sé que adelantarse no es llegar más pronto. 
Al contrario, puede ser el camino más largo. 
Me privé del conocimiento del tonto...
pero qué tonto fui, y todo por vivir con dudas.

Sin dudas

El olor del río y el amor del sauce,
el bello rocío y el calor de nuestras fauces.
El regocijo de los cuerpos fervientes, 
que yacen, sonrientes, frente al cauce.

Amada tierra blanda, que funges como rebozo,
déjanos ser parte de tus suelos fructuosos. 
Cúbrenos en tu existencia...
La húmedad del hombre en el origen del gozo. 

Sé que en tu núcleo no hay discordia, 
pues denotan tus raíces una eterna concordia.
Y si es que somos uno de tus frutos...
entiérranos vívidamente con tu memoria.

La libertad al alcance de los sentidos,
la expresión de tu dolor en latidos.
El crecimiento habita en tu interior...
Sumérgenos en tus fluidos. 

El vigor salvaje y el verdor del infinito,
el dulce brebaje y el sabor de lo exquisito. 
La calidez de nuestras voces en conciencia, 
que nos mueve como arena entre granito. 

Orbe, dulce orbe,
Eres tan magna como el magma que te absorbe 
Orbe, dulce orbe,
eres lo único real: tú y tu existencia acorde.   

El nuevo mundo de vigilia: 
el hervor de las tazas y el fervor de la familia. 
Tierra mía, te he visto crecer,
más cuando el hombre con sus ramas se concilia. 

Orbe, dulce orbe,
eres tan magna como el magma que te absorbe 
Orbe, dulce orbe,
eres lo único real: tú y tu existencia acorde.   

Orbe, dulce orbe... 
Baba nam kevalam
Orbe, dulce orbe...
Baba nam kevalam (kevalam).

Bana nam kevalam,
baba nam kevalam (kevalam). (x2)

Orbe, dulce orbe

Décimo octavo amanecer, 
nada ha cambiado, al parecer. 
Trazo otra historia en la arena, 
la cual borrarás con tus pies.
 
Y así camino, errante, 
dejo de sentir el peso de mi piel. 
Mi carne se aúna a estas dunas,
y yo, me acostumbro a la sed. 

Dejo que el viento se lleve mis huesos 
y los mezcle en otros polvos, 
y ese cruce heterogéneo, 
es el convenio de nuestros colmos.
 
Siento que he llegado al fin, 
y sólo es el punto de no retorno, 
en el que decido si quiero ser todo en la nada, 
o casi nada, en el cosmos. 

Somos arena que flota...
somos arena que flota...
somos, somos... 
Somos arena que flota despacio. (x2)

Somos arena

Cuando ya no hay nadie en esta obscuridad
y el miedo nos consume, no nos deja respirar,
cuando el sueño se fusiona con nuestra realidad,
dejamos de ser mortales con tan solo pensar. 

Si no estoy solo, sólo no estoy, 
soy uno con la penumbra por fin tengo el control.
Me separo entre sonidos, voy unido al confort;
por las tardes un idiota, por las noches un dios.

Soy materia volátil en mi alcoba, 
pues paso del estado sólido a la trova.
Soy el mundo péndulo en la soga;
el origen y el final, como una supernova.

Ámbar (interludio)

Ámbar (Interludio)

Dejaré que el agua corra por las rocas, 
sólo para demostrarme que cualquier cosa es voluble. 
Caminaré hasta donde “el todo” desemboca, 
sólo para darme cuenta que otro universo nos cubre.

No seré yo aquel que cierre tu boca, 
sino quien abra tu mente para ver cómo te nutres.
No quedaré nuevamente como idiota, 
juro que voy a cambiar, para así escapar del bucle.

Voy a fingir que nunca caí dormido, 
intentaré pensar que todo lo que veo existe. 
Nada me daña, nada me induce, 
nada produce en mí una realidad triste.

No te molestes en desmenuzar mi cuerpo y mi mente, 
no soy mucho más de lo que viste. 
Creo saber cómo salir de mi ignorancia, 
pero no veo la forma de escapar de este mal chiste.

Estoy exhausto de cúspides y precipicios, 
la misma rutina que me levanta del piso. 
Ya no quiero ser lo que quise ser, 
ya no muestro la sonrisa de un inicio.

Confundo a todo aquel que creyó conocerme, 
yo creía que me conocía a mí mismo
Ahora que me veo desde adentro, 
pienso que quizás encuentre comprensión en este abismo. 

Mis viejas ascuas se alzan en forma de vida, 
mi vista cunde a cosas que no conocía.
Logré salir de esa cárcel vacía, 
en la que incesantemente me repetía:

"No sentirás mi dolor sólo con tocar mis heridas" 
"No sentirás mi dolor sólo con tocar mis heridas".

Lexzen

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