Salmo 95 (Segunda versión)

Vengan, cantemos con gozo al Señor.
Aclamemos con júbilo
a la roca de nuestra salvación,
a la roca de salvación.
Todos lleguemos delante del Señor
con acción de gracias.
Aclamemos con Salmos al Señor,
porque Él es grande.

Y gran rey 
sobre
todos los dioses Él,
porque en Su 
mano están 
abismos de la Tierra.
Suyas, las 
cumbres, son
de los montes; Suyas son.
Suyo es,
es el mar,
pues quien lo hizo fue el Señor.
Suyo es 
el gran mar,
ya que lo hizo el Señor;
y Tierra 
firme
Sus manos formaron.

Vengan, adoremos, postrémonos a Dios.
La rodilla doblemos
ante Dios y nuestro hacedor, 
porque Él es nuestro Dios,
y nosotros el pueblo somos
pueblo de Su prado
y ovejas de Su mano también.
Somos Su rebaño.

Si Su voz 
oyen hoy,
no enduren el corazón
como en 
Meribá,
como el día de Masha
en aquel
desierto
cuando me tentaron;
y también 
sus padres
me probaron ellos.
A pesar 
de haber, 
haber 
visto mis obras, Señor,
esa nación
me repugnó
por cuarenta años.

Dije: "Es un pueblo no encaminado.
Se desvía en su corazón.
Un pueblo que no ha conocido, 
Sus caminos no conoció.
Por tanto, en mi ira, en mi enojo yo juré
ciertamente no entrarán
en mi reposo. No entrarán jamás.
No podrán entrar jamás"

SALMO 95.2

Luis Murga