Cierro los ojos y recuerdo con claridad cada mañana cuando al despertar escuchaba el sonido polifónico del televisor prenderse. Las noticias no podían faltar todos los días. La voz del presentador de noticias Alfonso Espinosa de los Monteros y el sonido de trompeta al empezar el noticiero era como un himno para levantarme. Sin que nadie me fuera hacer despertar ya sabía que tenía que alistarme para ir a la escuela. 
El sonido agudo y fuerte que sonaba cuando mi madre encendía a toda velocidad la licuadora era la señal perfecta para saber que tenía que apresurarme porque ya casi estaba listo el desayuno. No solo escuchar estos sonidos despertaban en mí mandos que debía seguir, sino que además actualmente con solo mencionarlos activan mi sentido del gusto. Es como volver a saborear los batidos de fresa, mora, guanábana y plátano que mi mamá sabía hacer. 
Al terminar de desayunar a lo lejos se escuchaba el sonido ruidoso y prolongado del motor de una furgoneta, en ese instante mi padre cogía mi mochila y abría la puerta para salir. Ambos bajábamos las gradas de manera rápida y antes de abrir la puerta se escuchaba el sonido agudo y muy peculiar del pito del recorrido, repitiendo el mismo sonido tres veces seguidas justo antes de salir.

Historia Karen

Hola a todos y todas, bienvenidos a Visión y Reporte. Nuestro primer episodio va a tratar sobre el déficit presupuestarios en los hospitales públicos de Ecuador.

¡Espero que les guste!

Miguel Angel Galvez Perez