Esperaba un Uber y luego pasaron cosas, como un agua leve y algunos perros buscando su lugar en este mundo.

3 09 2023 (La lluvia apenas.)

Pensé hoy en aquella noche junto al lago.
Algo se movió dentro del agua.
No tuvimos miedo.
Nos abalanzamos hacia su contorno.
No tuvimos miedo.

Veo cómo algo sucede. 
Decidí hacer música porque amo la música. 
No es necesaria ningúna metáfora aquí.
Aunque más bien soy yo el que descubrirá su forma en esta interacción.
 
Tengo muchos deseos de por fin anular a la criatura que se alimenta de las cosas que no puedo decir, pero que me regalan su tacto detrás de las costillas.
Duele, por supuesto.
Uno no es piedra.
O, ¿cómo se llama eso?

Vi, el mar de noche, también.
Cumplí algunos años más, recuerdo.

Este día, lunes, esta es mi bitácora de trabajo haciendo música.
No quise escribir ningún poema.
Estuvo bien no querer.

4 09 2023 (A veces, el mar de noche.)

En esta sesión me tardé dos días.
Estuve en una reunión con varias personas.
Reí.
Tomé café.
Hubo poemas lindos.
Hablaron del licuado de melón.
Nunca lo he probado.

Afuera llueve.
Ha sido así desde hace una semana.

Me gusta el cauce.
Sumerjo mi cabeza como si fuera la primera vez, y el agua.
¿A dónde voy con todo esto?
Justo ahí.
Donde el aire se recorre las costillas.
Donde el aire da vuelta.

En aquella ciudad aprendí a fumar y a enamorarme, y otras cosas necesarias para hacer música. 
O para vivir, que es lo mismo.

6 09 2023 (La gente deambula y extraña.)

El día me repitió algunas cosas.
Volví a la orilla, en un día nublado cualquiera, donde perdí un poco la fe en los colores.

Escuché las cosas que ellos recitaban con la insistencia de una gotera ignorada.
Hasta que no.

Hoy vino una amiga a casa.
También la lastimaron en el trabajo.

No quiero ser escritor.
Solo me gusta escribir.
Pero, sobre todo, esto.

También un poco de silencio.

Comí puré.
Le puse nuez.
Sabía a Navidad.
Me gusta la Navidad.
Me gusta la nieve.

Me emociona no saber qué canción haré mañana.
Extrañé a un amigo de la primaria.

Esas dos pequeñísimas personas ya no existen.
Como los departamentos cuando nos mudamos.
Ya no son.
Pura geografía fantasma.
¿Habría que ser caracoles e ir con el mundo a todos lados?
No...
Demasiada responsabilidad.
La entraña no dura tanto.

Los quiero.

7 09 2023 (Un lugar donde no estemos.)

Pasaron muchas cosas en los últimos días:

Estuve en la casa de el mismísimo Lev Trotski (en ruso: Лев Тро́цкий, romanización Lyev Trótskiy, pronunciación /ˈlʲef ˈtrot͡skʲɪj/i) o, en español, como León Trotski.

Escuche pájaros en Xochimilco.

Vi a mi editor.

Mi hermano se fue a otro continente.

Me siento en una orilla que no se acaba.

Hice frijoles negros.

Otras cosas también pasaron:

Se extiguió una isla.
Nació otra.
Alguién vio a la luz encontrarse por última vez con el agua.
Una medusa duplicó sus colores.
Lloré mientras sonaba Song for the last act de Jack Wilkins.

Empecé a grabar algunos videos.
Haré una película.
Se llamará Vida y obra de Jack Wilkins.
O quizá se llamará, Conejos advierten sobre la decadencia de los centros comerciales.
O mejor aún, Rana en oficina.

¿Qué sigue?
Grabaré un Ep.
Otro más.
Un álbum entero.
Otro más.
Una carrera dedicado a presionar teclas que suenan tristes y pasajeras.
Bastante delay.

Escribiré otros libros.
Hablarán de lo que en este momento.

Y luego, pues, filmar cómo pico cebolla o veo una hoja moverse con un aire que me recuerda a la primera vez que ya no nos conocimos.

8 09 2023 (Un sabor metálico en la lengua otra.)

Originalmente la grabación de hoy iba por otro lado, pero descubrí un sonido maravilloso que me cambió la emoción hacia un lugar más del otoño y sus pulsiones.

Quizá pronto colabore con otro músico.

Estoy contento de volcar toda mi atención hacia la música.
También decidí que quiero hacer bastantes cosas e integrarlas.
La imagen y el sonido.

He estado un poco triste.
Aún así, la atención que le pongo a eso que ahora llaman ¨nutria con pianito¨, me tiene en constante imaginación.

Nunca, como hasta hoy, me hizo tanto sentido el frenesí de cosas cayendo, de cosas frenando en seco ante su pausa inmadura y mortal.

De cosas quebrándose por dentro y por fuera.
De fruta reventándose contra la pupila de algo.

Quiero llevar esto a su última y verdadera consecuencia.

Afuera cae agua.
Me repite bastantes cosas.
Por ejemplo, las piedras se mueven a la misma velocidad que el hielo derritiéndose en el congelador.

Hasta aquí lo dejo por hoy.

Estoy trabajando en un playlist titulado Persona 5.
Mr Twin Sister es un maestro.
Brutal lección.

Yo miro y oigo.
Esto se trata de oir.
Y luego, cerrar la respiración para permitir que eso otro nos respire.

Debe ser hermoso replicarse contra las orillas.
Perder la forma.
Y luego adquirir la figura del océano entero.

Sí, hermoso.

15 09 2023 (Varda y Herzog platican sobre lentes de sol. Afuera llueve.)

Vi a unos caracoles perdiendo el color en la lluvia de un país que no conozco.

Vi montañas negras de cobalto.

Pensé en el poema como se piensa en las aves de ciudad.
No cargaba pan para alimentarlas.

Recordé a mi hermano resbalando por una colina con una caja de cartón como trineo.

Reí.
Quise llorar mientras veía una plíicula de Agnès Varda.
Quise.

Volví a asumirme en la nieve.
Deseé el juego casi con el mismo atrevimiento de cuando niño, 

En este track me tardé menos que en otros para encontrarme.
Aún así, no creo que ya sea mejor en el programa, al menos no como quisiera, pero respeto más mis intuiciones.

Las intuiciones son lo único que tengo.
Es la materia indisoluble de lo que soy.
Soy yo mismo conjugado en futuro.
Recordándome hacia dónde.

Este es mi geografía.
Aquí se reconoce el mar con su sombra.
Aquí una pausa.

Llueve en la ciudad de México.
Leo a Nona Fernández.
Voyager.
Habla de unos cangrejos en América del Sur.
Habla de la vida sencilla de esos mismos cangrejos.
Y de sus principal enemigo.
La gaviota.

El cielo tiene unos colores generosos.
Yo también.
Al menos por este día.

18 09 2023 (Lo que ocurre antes de romper el vidrio.)

De Ryuichi Sakamoto sabía algunas cosas,
por ejemplo, la maravillosa canción Merry Christmas Mr. Lawrence. 
O la maravillosa también, Rain.
La lluvia en la dirección de Sakamoto nunca fue más verdadera.

También otras cosas,
como que Ryuichi supo qué pasa después de los colores.
Y luego tocaba eso que veía pasar después de los colores.

O que murió este año.
Que nació en ese otro año.
En esa otra ciudad.
Que no conozco.
Llamada Tokyo.
Tokyo, Japón. 
El futuro.

Un ser humano dedicado al sonido.
Una vida al sonido.
El sueño.
¿A qué sonarán los sueños de Ryuichi?

Hoy es el cumpleaños de mi hermano.
Yohel.
Aunque le digo James.
Jamie.
Jimmy.
No recuerdo cómo pasó ese nuevo nombre.
El cariño le dicen.
Esta canción es tu regalo de cumpleaños.
Feliz cumpleaños, James.
Felicidades hermano.
Gracias por escucharme.
Te quiero.

Grabé ayer otra canción.
El sonido era más demandante.
Una atmósfera parecida a los insectos que quieren devorarse la luz por las noches.
O el apareamiento de esos mismos insectos.
O algo que en realidad es la combinación entre hambre y deseo.
Pero vaya que pleonasmo.

Acaso el amor de los insectos se llama.

No sé cuando la suelte. 
Quizá pronto.
Tengo que arreglarle los bajos.
Algo no se distingue.

Lo de Ryuichi es porque la voz en japonés
que suena en esta canción, (que mientras escribo esto no tiene título),
es de él.

En el documental de Stephen Nomura Schible.
Este que esta en Mubi.
Bueno, por ahora, no sé después.

RYUICHI SAKAMOTO: CODA
Directed by Stephen Nomura Schible
United States, Japan, 2017

Ahí me encontré acompañado y me recordé en un proceso similar.
El mundo no es más que sonidos.
Mi último deseo: convertirme una metáfora de mi mismo.
Un sonido apenas.

En esto creo:

-Comienza del minuto 1 hr con 08 mins y 59 s hasta 1 hr con 10min y 50 s.-

“La revolución industrial hizo
la producción de un instrumento como este.

Varios tablones de madera,
seis creo, en este caso
se superponen y se prensan
con una fuerza tremenda durante seis meses.

La naturaleza es moldeada.

Se aplican muchas toneladas de fuerza y presión,
haciendo de las cuerdas lo que son.

Materia formada de la naturaleza,
es moldeada por la industria humana
por la suma de la fuerza de la civilización.

La naturaleza es moldeada a la fuerza.

Curiosamente,
el piano requiere ser reafinado.

Los humanos decimos que se desafina.
Pero eso no es exactamente preciso.
La materia lucha por volver a su estado natural.

El tsunami, en un momento,
se convirtió en una fuerza de restauración.

El piano del tsunami reafinado por la naturaleza
ahora suena bien para mí, de hecho.

En resumen, el piano se afina a la fuerza
para complacer nuestros oídos o ideales.

Es una condición que nos parece natural
a los humanos.

Pero desde la perspectiva de la naturaleza,
es muy poco natural.

Creo que en algún lugar muy adentro de mí,
tengo una fuerte aversión a eso”.


Esta canción se llamará Océanos, obviamente.

21 09 2023 (Océanos, obviamente.)

Eso que queda, que es nada.

Respiré como si el aire.

Apenas pude distinguir algunos deseos.

Más bien, sonidos como de agua invertida.
Agrietada, sobre todo.

No el fuego.
No su antónimo.

Esto dice Agnès: "La isla de Noirmoutier es célebre por su calzada y sus ostras. La gente suele buscar después de las grandes tempestades y mareas."

La vi grabando papas en forma de corazón.
Jamás he estado en Francia.
Su playas son tristes.
Al menos en invierno.
Y así como si nada, se aparece
un objeto parecido al pulso.

De fondo se escucha mi desayuno cocinándose.
Un huevo estrellado.
Bien cocido.
Con queso de cabra.
Nada especial.
Solo comida de martes.

Me han pasado cosas importantes en martes.
También, no me ha pasado nada.
Pienso, sin embargo, que la nada le pertenece a Pessoa.
¿A mí, qué me pertenece?

Ya casi acabo mi proyecto de un mes.
No quiero dar conclusiones.
He amado el sonido como nunca.

Quiero tener la paciencia para ver crecer una planta en un muro.

25 09 2023 (Martes. Discografía completa.)

Alice dice: 
"Así que tomé mis huesos 
y los reclamé como propios 
y encontré un lugar adentro que es seguro para mí. 
Y ahora, 
deambulo por el mundo 
sola 
pero viva. 
Sonriendo por dentro."

Yo, desde mi sillón, 
escucho a Alice cantar durante todo un día. 
Una vez tras otra. 
La misma canción.
Hasta que ya no sé cuándo comienza "Open my door" 
y cuándo empieza mi pulso.

Como si en cada una de las repeticiones 
me reafirmaran hacia dónde. 
Pero al terminar, 
ocurre, que ya no sé. 
Así que vuelvo, 
porque en el presente de la música que escucho, 
me regala mi presente. 
Nos pertenecemos.

Eso es lo más emocionante de escuchar música.
El sonido nos abarca. 
Ocupa nuestra entraña.
La agrieta 
o la domestica
según el nombre, 
el lugar 
o la ceniza 
que la canción trae 
de quién sabe qué región 
de esa geografía impalpable.

Algo que solo revive.
Por los minutos de lo que se oye.
¿Acaso se necesita vivir más?
Resucitar debe ser doloroso. 
Por eso las personas se animan a una sola por siglo.

No me sorprenden mis ganas de escuchar 
hasta que ya no exista escondite 
u orilla que no le conozca a la canción. 
Sin embargo, 
no pasa.

Y aunque deseo habitar cada nota y golpe. 
No pasa. 
Y me queda la duda 
de si es posible sentir sin reserva alguna
cualquier cosa. 
No lo sé.

Fue un mes de escucha 
y ejecución de mis intuiciones hacia el sonido. 
Amé hacer esto. 
No solo por aprender a usar un software. 
Sino porque me supe en la música. 
En ella quiero vivir.

Obviamente hay pistas menos logradas que otras.
Pero mii ambición 
no era mostrar mi perfecto dominio 
de una técnica 
y grabar canciones sin porosidades. 
Sino, justo, 
mostrar mis procesos, 
sus caídas 
y huecos y distracciones.

Hay pistas que no salieron. 
Quedaron atascadas. 
Y en su no realización son hermosas 
porque forman parte de la genealogía 
de mis propias intuiciones e ideas.

Seguiré grabando. 
Posiblemente con la misma búsqueda 
por dejar un relato 
donde cuente cómo voy llegando 
a mis sonidos e imágenes.

Quiero combinar sonido e imagen. 
Voy reconociendo unas iniciales conclusiones. 
Será hermoso mezclar escritura, 
imagen y sonido. 

Esa criatura nueva 
que salga 
de esa conjunción 
de las tres cosas que me gustan, 
siento, 
me va a permitir decir 
y decirme 
de formas que ni siquiera sospecho realmente. 

Ese no saber es importante.
Quizá lo más importante. 
Es el inicio de todo.

*La voz del inicio y que uso como sample en la canción es, efectivamente, de Alice. 
Entrevista que está en YouTube fechada el 8 de marzo de 2019. 
No recuerdo qué estaba haciendo ese día. 
¿Tú? 
Si lo recuerdas, dime. 
Este es el enlace del video. 
Dura un minuto con cincuenta y dos segundos: 

https://www.youtube.com/watchv=7LOb_LEhCnk&ab_channel=BUILDSeries

**Pienso hacer un libro con todo este material, donde vaya contando mi proceso hacia la música. Hacia la última distorsión. Lo compartiré en PDF o algo.

Un abrazo al otro lado de la oreja.

30 09 2023 (Un censo de escenas ilegibles.)

Esta pieza sonora fue hecha para contribuir al Gear Factory Gallery Takeover de la artista Megan King.

La voz en la canción es de Bell Hooks.
Usé como motivo también uno de sus poemas del Appalachian Elegy:

2.
 
such then is beauty
surrendered
against all hope
you are here again
turning slowly
nature as chameleon
all life change
and changing again
awakening hearts
steady moving from
unnamed loss
into fierce deep grief
that can bear all burdens
even the long passage
into a shadowy dark
where no light enters

Amanece. Luego, la montaña.

Soy ranadeoficina.com

Durante un mes haré una bitácora de escenas ilegibles donde quede registrado el camino hacia la última distorsión.

Rana de oficina

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