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Amén Agradezco por todo lo que nos comparte nuestro amado pastor por esta sinfonía Selestial 💦💦💦🙏🙏🙏💔💔💔

hermoso clamando con esta melodía de amor bendito

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Te amo, porque me amaste Tú primero en la cruz del Calvario (SFC No.1 Cap.36 en La Menor)

Libro viviente de Vida Eterna quiero ser- Canción de intercesión por  los cautivos en Babel, en tierra de confusión

“¡Mi Argentina!, ¡mi Argentina...! 
Este Amor que el Señor pone por las naciones... Así como en su momento era con Bolivia: “¡Mi Bolivia!, ¡mi Bolivia…!”; cuando levantaba la Obra, en los años anteriores. Yo lloraba por Bolivia, yo lloraba…: “¡Mi Bolivia!, ¡mi Bolivia…!”.
Y ahora, oramos y lloramos por tantas naciones. Amar su gente, amar sus calles, amar a aquellas personas que no saben lo que viene, ¡no saben!, ¡no saben lo que viene! Amar, amar, amar a Argentina..., amar a Argentina... 
Es esta la alabanza que ustedes ya la empiezan a escuchar. Y era en función de Argentina para que Argentina despierte.
Coro de voces
Talita cumi, 
Talita cumi,
Talita cumi, 
Talita cumi. 

Talita cumi, 
Talita cumi,
Talita cumi, 
Talita cumi. 

Talita cumi, 
Talita cumi,
Talita cumi, 
Talita cumi. 

Levántate, niña;
Levántate, amada;
Levántate, esposa;
Levántate, niña.

Tú estás ausente,
Sigues durmiendo;
Abre tus ojos,
Mi dulce niña.
Mi Argentina,
No llores más, mi esposa amada;
Tu tiempo ha llegado,
Tu pecado es perdonado.

Mi Argentina,
Mi esposa amada,
Despierta, mi niña,
Mi dulce amada.

Mi Argentina, 
Despiértate ahora, 
Mi Venida está muy cerca, 
Despiértate, mi niña. 

Mi Argentina, 
Mi iglesia amada, 
Mi pueblo santo, 
Mi pueblo amado. 

Mi Argentina,
Mi esposa amada,
Despiértate, niña, mi amor, mi ternura,
Mi esposa, mi amada, mi bien.

Coro de voces
Mi Argentina, 
Mi Argentina, 
Mi Argentina,
Mi Argentina. 

Mi Argentina, 
Mi Argentina, 
Mi Argentina,
Mi Argentina.

¡Escuchame Argentina! Tú que escuchas esta alabanza, ¡ha llegado tu tiempo! 
¡Escucha, mi Argentina!: ¡tu pecado es perdonado! 
¡Despiértate, niña!; ¡despiértate, amada…!
 ¡Levántate!, ¡levántate, dulce niña…!
 ¡Despierta!, ¡despierta, Argentina!, ¡el Señor está viniendo y tú no estás preparada! 
Abre, abre tus ojos, abre tus ojos, mi dulce niña.
Es el Señor Jesús que inspira esta canción para ti.

Mi Argentina, 
Mi Argentina, 
Mi Argentina,
Mi Argentina. 

Mi Argentina, 
Mi Argentina, 
Mi Argentina,
Mi Argentina.

Mi Argentina,
Mi esposa amada,
Despiértate, niña,
Mi dulce niña. 

Mi Dios Bendito,
Sana mi alma.
Aquí te espero,
Mi Esposo Amado.

Mi Cristo Amado,
Heme aquí que yo te espero.
Gracias por sanar mi alma
En la cruz del Calvario.

Mi corazón te anhela,
Mi Esposo Amado;
Ven pronto, yo te espero,
Mi Salvador.

Instrumental
Mi Argentina,
Mi esposa amada,
Tu desierto será un paraíso,
Tu sequedad será un huerto.

No llores más, mi Argentina;
Seca tus lágrimas, mi amor;
He aquí yo vengo pronto,
¡Prepárate!

Talita cumi,
Talita cumi,
Talita cumi,
                                               Talita cumi.

Talita cumi,
Talita cumi,
Talita cumi,
                                               Talita cumi.

Mi Argentina,
Despiértate ahora,
Mi Venida está muy cerca;
Despiértate, mi niña.





Mi Argentina (SFC #5 Cap #2 en Fa menor)

The Silence That Binds the Lost is a saga carved in breath, not stone. It begins with elders who carried grief in silence—never speaking, only carving memory into ritual. The warband forgot. The child hummed. Ash sang in sleep. A horn broke the sky.

Across twenty tracks, silence becomes flame. Names buried in shame are unearthed. The warband hears again. The elders rise in fire. And the tribe, once fractured, becomes one breath.

This is not an album. It’s a funeral chant. A sacred lament. A mythic inheritance. It binds the lost not with sound, but with silence that burns.

And this is not the final chapter. There are more breaths to carve. More silence to bind. More flame to rise.

You will not leave this unchanged. You will carry it. You will hum it. You will become it.

The Flame We Feared to Carry

I didn’t dream it; it was told to me,
a sweet voice recounting it through telepathy,
and at the same time making me see
the destiny of those who, with strength,
cross the final trial.

And it told me, and it showed me:

Nutrition will change;
nutrition will be energetic.
I saw no ego in the people I saw—
a presence in their gaze,
a silence in their voice.

Death will no longer be a tragedy,
and it showed me how my deceased brother
came to visit me in the mountains,
where life will begin again.

A village that, with time, will become a city.
There was a long table; we sat down to talk.
We lived through barter, through contemplation;
people truly had inner peace.

What I always see so often
is contemplation in profound peace.
The sunset was no longer in the west;
the sunset would be in the east.

The beings from the sky, who came down to help,
will no longer leave. They will give us knowledge,
technology, and stability,
for thousands and thousands
descended when we were becoming extinct.
All united in the divine source,
they returned life to a planet
that was wounded.


In the future, the world will change completely

Where timeless elegance meets enchanted celebration. This collection of 20 instrumental Christmas pieces blends sophisticated jazz, mystical medieval fantasy, and traditional orchestral beauty into a seamless tapestry of winter magic. Designed for luxury retail environments, each track creates atmosphere without overwhelming—from peaceful solo piano to ethereal choirs, from cool jazz sophistication to Celtic mysticism. Let the season's wonder unfold through music that honors tradition while embracing imagination.

Sinfonía Celestial Nº 57 en Mi menor

Ricardo Claure Peñaloza

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