Ojos De Almendra

La vergüenza de romper un vaso y no sentir vergüenza por el vaso, sino por el líquido dentro

Asfódelos

Sábila en mis manos,
Ávila sin llanos,
alivian mi pesar 
que cocina sin quemar.

Una vez trajiste lirios,
una vez diste delirios,
tus manos tienen homicidios,
de horas sin descansar.

Nunca te intento atrapar,
a veces te intento soltar,
pero siempre ataca el azar,
y vuelves hasta en las grietas.

Mi amargura invade las grecas
y hace el café más amargo,
pues exilio el azúcar
para la cicuta dejar.

La cicuta dió muerte a Platón,
te digo esta equivocación
porque prefiero matar a Platón
que ser Sócrates
y no escribir nada.

Las fichas no valen nada,
si no sabes contar al jugar,
ojalá pudiera adivinar,
sus desdichas
como adivino las fichas
de estos jugadores.


Soy cualquier Alberto Soria,
pero sin Teresa,
solo sé que mis ídolos se rompen
cuando tu recuerdo está en la mesa,
cuando tu mejillas son de fresa.

Nunca rompes mi cabeza,
pero ojalá pudieras,
y así desaparecieras,
pero tu recuerdo es más duro
que concreto en buena cimenteras.

Guardo tus ojos para el día que me quieras
desaparecer,
y así podré comprender
tantos mensajes ocultos.

En este punto pareciera que fueras mi culto,
pero termino esta rima
y de tu recuerdo no queda ni un bulto,
porque incluso Dios se cansa
de lanzar tantos mensajes.

Compraré pasajes
para luego ir 
al Kilimajaro
y si la lava me dispara
aterrizaré en 
Aokigahara
y allí descansaré.

Mañana no sé si pintaré,
pero el color turquesa usaré,
pintaré un camino
para dejar este bosque.

No escribiré más palabras que
recuerden tus mensajes ocultos
que eran evidentes bultos
que halaban tus ojos 
sin dejarlos dormir,
sin dejarme vivir
las decisiones que 
me mandaran
para Aokigahara. 

Intento ganar como Mardoqueo,
pues siempre dudo y nunca creo
en los recuerdo de todos mis Amanes,
Judas lujoso, ahorcado en samanes.

Y espero que no esperes que me calle,
porque en estas cartas 
te doy la Guerra a Muerte con detalle.

Aokigahara

Séptima vez que pongo Charly García
en este día
que es collage de días insomnes
como Bukowski solo veo la pantalla
pues la indiferencia de las plantas ya no calla.

En 7 sueños hablé con el vale Florentino,
sacó a Mandinga,
de mi pulmones asesino,
la cama me traga cual pantano
del que solo salgo por luces en mis sueños.

La casimuerte me succiona el castellano
mas doy resistencia con cartas para Gabriela,
me siento como Marisela si la veo,
mas prefiero ser
caimán indiferente.

Entre el pantano reflexiono que sé poco y
me aferro a la idea de no ser indiferente:
sea con Gabriela o con otras flores
haré mi hogar en estos cuartos y jardines.

Las pastillas como lluvia
amplifican el pantano
del que solo salgo por caimanes en mis sueños,
nunca he visto uno,
mas tampoco he visto a Hades
quien me salva con su odio.
Tampoco he visto a Cristo,
mas me acompaña en las noches con Rodrigo y Spinetta.

"No bombardeen Buenos Aires" es el soundtrack
de mis pensamientos tristes sobre Caracas
y el cantar de guacharacas
vuelve
bendito al soundtrack.

Convalezco,
a veces no recuerdo de lo que padezco.

MCCLPA

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