Ritmo por tdve | voz: Alejandro/Esteban/Eduardo

Tornante

pálpito

flagrante

remanente

(Alejandro)
Es el ciclo, de la semilla y el fruto,
a un cuaderno lleno hasta las pastas sucédele una hoja blanca con un punto,
basto con un punto en tu escritura para conocerte, psico y físicamente, mas nunca me escribiste; de mi puño y letra, de mi letra un puño al hígado,
por la culata un tiro, por la culpa de ese guiño que ya no sonrió,
mas no todo está perdido, cuando parta busca tras el retrato un mensaje al que firmo;
me llamas alcohólico, lo siento pero no,
usted también bebiera si conociera el mundo tan bien como yo,
perdona es que no he escuchado, mas llevo tiempo oyéndote y observándome tu,
sabes que mal lo he pasado, la verdad la sabemos tu y yo,
sencillo es decir que no y finjome ágrafo, sin ánimo de mostrar ahínco,
que antaño fui alatar de tu barrio,
rompí tu aldaba yo tras la puerta y tu escondida en el armario,
preguntar en esa vieja farmacia fue necesario,
y tu único brillo, por tu ausencia cual diamante ordinario;
que va, ni yo puedo creer encontrarte en esta acera,
encuentros casuales muertos ahogados en lagrimas sin que nadie nos viera,
lloviendo, y yo viéndote te escuchaba,
los sentidos engañan y respondes a preguntas jamás planteadas,
ni en soliloquios de recamaras, ves,
un disparo a las sienes para parar de catar tus perfumes; y tu,
entre mis sabanas jugando con un as en la manga,
ve con suerte que sea otro quien tus penas redima,
que a mí me visten versos y tu ¿con tus mejores prendas?,
me llamas alcohólico por no recordar lo que la corteza del aquel árbol y aquella banca en aquel parque en algún sitio distante,
de roma ciudad abierta mi mayor herencia mi lengua romance,
no obstante, solo dejaste recuerdos color sepia y en ti,
una lagrima por cada raíz en los secoyas.

(Tagzsoul)
Y si mi sinceridad te agobia, o como tu dijiste te mata,
pues el órgano que colorea mi interior de escarlata,
el superior a mi costilla izquierda,
está sintiendo lo antónimo del verbo odiar
por la segunda persona del singular,
(¿cómo?), déjalo, que hablar de lo que entiendas
nunca va resolver tus dudas,
¿yo?, yo ya entendí que mi red no atrapa esas mariposas,
y el amor mueve el mundo y el dinero no es importante,
claro, para quien las dos cosas posee ,
yo cuerdo, si pero en tus recuerdos loco
y tu empaca si te parece poco,
o ¿a quién crees que engañas? ¿he?, dime,
se bien que mitigas mi cólera corriendo tu rímel,
pero nos gusta engañarnos, a ti roma y a mi hacer que rime,
puedo quitarme la venda si deseo, ¿ya vez?,
lo evito porque el corazón es un dolor de cabeza,
y quiero paz
pero paro a pensar en pasado y pesa,
ya encontré quien de boca a boca
alimente esta mi alegría famélica,
mis castillos estaban, pero buscabas otros aires,
ya no entiende Esteban
lo que ó si le quieres,
porque ser siempre tan fuerte al final debilita,
y no creas opiniones si tú mismo las solicitas.
Quisiera decirte que la sonrisa no va durar,
(no voy a hacerlo),
pero por ti misma te dejare madurar,
(todo a su tiempo),
y disfruta mientras
la lucidez no te postre,
sé que por mi entras
ala luz y ves desastre,
de verdad lo siento si eso es lo que sientes,
amor y amistad se corroen
las manecillas siempre, siempre corren,
ingravidez de secuela es igual a placer,
y a mí la insoportable levedad del ser
me aplasto las ilusiones,
de la ambrosia solamente alusiones,
clame al espejo: ¡ilusión es!
ante el miedo a la soledad
el amor es una excusa,
si entre celosías de la vida,
una sonrisa advenediza
entrase despavorida,
solo eso, una intrusa.
efímero existir sin significación,
dantesca rutina,
kafkiana escenificación,
hermosa y mustia condena,
que sustenta y asesina
mi férvida pasión.

(Maicaps)
Partiste…
en un camino hacia la nada, estando frente a mí, decidiste regresar
e igual que yo oíste la sinfonía más compleja que recitan las olas del mar
es, la intranquilidad y sosiego, y que a pesar de que el agua llegue al cuello
sigo pensando que el océano es admirablemente bello.

Hoy solo en sueño, mi pensamiento es casi tangible
en la mitomanía de poesías conseguía un refugio que me guarde
andaba, a pesar de, que la nostalgia es el camino perenne hacia el olvido
aun así en la travesía sigo erguido -O eso intento-
y solo bajo la sombra de esto tomo aliento,
¡son mis cuatro elementos!
y estos sin faceta publica, al costado estos tres
que cambian música, solo por mas música… son cosas únicas.

< Y tu! tu dime qué sabrás de la razón de las cosas,
cuéntame tus penas y una realidad borrascosa
y busca en mi lo que en todos: hipocresía piadosa
¡Ya! ¿feliz? ¿qué esperas de mi ahora?
da la vuelta con una sonrisa
¡a ver si de esta a alguien enamoras!
pero conmigo no cuentes, que en tu cuento este ya no entra
¡finge ser fuerte, finge estar contenta!
que nadie sepa que eres lo que no aparentas y, y, y… >

…qué más da ya, cargo con culpa en parte,
si en aquella tarde, respondió sin hablar.
Me queda recordar la quintaescencia de aquella mirada:
ojos de Gorgona y yo pétreo entre la nada.
Fuí el peor ejemplo de valentía, lo siento ¿será que no bebía?
Da igual, si al final, pase frente a ti y me oculté entre mis hombros
de torres de palabras solo quedan escombros
entre ellos quedo inerme…
¡entiende! ¡Miguel, entiende!
que si el amor no mata, es la causa de muerte
y de 300 canciones escritas en la pared,
es que fui un casanova con una sola mujer.
aguardando tu supuesto mañana… que terminó desde ayer.

Track parte de Hojas marchitas escritas con tinta roja.
Link de descarga: https://rapidshare.com/files/322396869/Tintafratelli_-_Hojas_Marchitas_escritas_con_tinta_roja__2012_.zip

04. Libros,murria y erotomanía.

Tintafratelli.
Las últimas diez hojas que caen en el invierno tiemblan como ninguna otra; están marchitas, son muy sensibles y crujen al contacto. Nosotros las hemos conservado y hemos escrito en ellas con la pasión de la tinta roja, y la mala educación que ésta representa.
«Hojas marchitas escritas con tinta roja»
Link de descarga: 
www.mediafire.com/?m4r75vib6xftnbk

05. Tacones altos y sonrisa vertical.

Producido por t.d.v.e.

(maicaps)
Convertí el carbón en oro al escribir, sin la práctica de alquimia,
lágrima se hizo saliva, comencé a vivir... sin saber que ya vivía,
mitigué mi fobofobia, hoy deambulo entre razones, y resido en antinomias

Voy, dibujándole salidas al lugar en donde entro, 
frente a millones de vidas trazo un círculo perfecto,
mi conciencia va en el centro, (en lo profundo)
me rozan tímidamente,
veo pudor en sus sonrisas al pasar como tangentes,
ahí van tan indulgentes, ostentando treguas...
pero es vacía la armonía del necio,
mi refugio era el silencio, (lo era)
el amor me dio mil lenguas.

Y el lenguaje me hace libre, pero igual limita; 
aunque no hay una sentencia, si la misma excita. 
La condena es que el sistema hace creer que necesitas (qué-ca-sua-li-dad).
"moralidad" no existe en empresarios: 
son fortunas que dimanan de un ahorro de comentarios. 
Pero ¡shhh…!
que nos escuchan… 
o no nos escuchan, 
¡ya no sé cuál es el problema!

Me enfrento sin un frente, acaricio mis mejillas con las yemas,
toco el labio y me excorio con los dientes...
(nota:) -el corazón siente a la mente pero no la entiende-
...ahora mis dedos lloran sangre, 
volteo del cielo al suelo observo cómo se expande,
cómo me expando…
 
Caigo, rompo, cresco y fluyo debajo del fango,
cual semilla concebida por sabiduría del magno.

(Alejandro t.d.v.e)
Mi voz interrumpiendo el silencio es perturbante dicen. Que calle. Antes pensé fuera común ahora veo que es cliché. Que me sea conocido solo lo pertinente igual me mata la duda o el saberlo. En veces Edie, recreo tus días buenos en Dream Factory, ya sé como acaba, y lo repito hasta alcanzarte inconsciencia en cama. Nada está hecho todo es transformable, haz de tu parte la historia y después podrás contarle y que cuentas son las que se llevan aquí, no hay multimetros a esta corriente alterna. Insistes en oponer resistencia, recatado, la muerte va a ser tu mejor sentir y te aterra pensar en ello. Tal culmen, joder, me hace la cabeza perder solo de pensarle, y para pronto me asemejo a algo que escribiría Sade. Que mi acto a mi palabra no desacredite. Creo el saber quién soy, quien no sepa recrearse que medite.

tintafratelli

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