Músico empírico de Sardinata, Norte de Santander. Su acercamiento a la música fue gracias a su padre, que, desde los cinco años, le enseñó a tocar guacharaca y maracas. Con Peñaranda, un docente del Colegio INEM, en Cúcuta, aprendió las notas musicales y se enamoró de la música.
En la adolescencia, al regresar al campo, cantaba mientras recogía café. Su gusto por la música colombiana, lo ha impulsado a apropiarse de los ritmos, aires y géneros de las músicas tradicionales de su región.
A sus cincuenta y cinco años, continúa componiendo piezas musicales y poemas. Tiene más de cien canciones que le cantan al amor, a su pueblo y al Catatumbo.

Maestros del Paisaje Musical

SOY CATATUMBO

Músico empírico de Villa Caro, Norte de Santander. Su inquietud musical comenzó desde la infancia viendo tocar a su padre y vecinos. Disfruta escuchar e interpretar música campesina, toca requinto y tiple.
Tiene sesenta y dos años y siente gran admiración por sus raíces, territorio y formas de cultura de su región.

Maestros del Paisaje Musical Catatumbo

LOS ACHAQUES DE LA NUERA

Músico empírico de El Tarra, municipio conocido como el corazón del Catatumbo, ubicado en el Norte de Santander. Desde sus doce años sintió gran atracción por el tiple, ya que su padre se destacaba tocando este instrumento.
Tiene sesenta y ocho años y apoya desde su fundación “Un canto por la paz” a músicos, adultos mayores y población vulnerable de su región.  Piensa que la música debe estar al servicio de la comunidad y ve en ella una herramienta clave para la transformación social y la recuperación del tejido comunitario.

FLOR DEL CAMPO

Músico empírico de Convención, Norte de Santander. Sus inicios en la música se dieron desde la infancia, gracias a su madre y abuelos. A la edad de cuatro años se apasionó por la música mexicana que escuchaba diariamente por radio. A los siete años su madre, con gran sacrificio, le regaló su primera guitarra verde de pasta, con la que Evelio, el celador de su colegio, le enseñó a tocar. Desde ese momento se enamoró de su instrumento y comenzó a participar en festivales y concursos.
Hoy a sus cincuenta y tres años, mantiene intacto el amor por su instrumento, sus raíces y territorio.

PIENSO EN TI

Músico empírico de Teorama, Norte de Santander. Sus conocimientos musicales los heredó de sus ancestros y los perfeccionó gracias a la observación. Creció rodeado de la alegría de la música de sus abuelos. Su primer maestro fue Carmen Ángel Arias, su tío, quien le enseñó con paciencia cómo acercarse a la música.
Tiene cincuenta y tres años y siente que es necesario continuar investigando y perfeccionando las metodologías de apropiación del conocimiento musical de generación en generación.

MI ILUSION

Música empírica de Río de Oro, César. Sus inicios en la música se dieron por legado de sus familiares de generación en generación. Toca guitarra y desde pequeña siente gran conexión con la música porque esta le ha permitido contar sus vivencias personales.
Con sesenta y nueve años, continúa aprendiendo la música tradicional de su región. Disfruta escribir canciones que hacen homenaje a la espiritualidad y religiosidad.

ELOGIOS A LA PATRONA

Músico y pintor empírico del municipio de Ábrego, Norte de Santander. Desde 1989 hasta hoy, a sus cincuenta y cinco años, continúa componiendo música colombiana, impulsado por preservar las manifestaciones culturales de su comunidad y mantener el legado artístico de Miguel Ángel Quintero, compositor de la pieza “Ocañerita”, uno de los himnos populares de Ocaña, lugar de su nacimiento.
Se reúne con sus amigos, algunos fines de semana para compartir músicas tradicionales de su región. Sueña con fortalecer la dignificación de los escenarios musicales en el país.

MI PARAISO

Músico empírico de San Calixto, Norte de Santander. Sus inicios en la música se dieron desde la adolescencia, gracias a que su tío (que tocaba requinto, bandola y guitarra) le transmitió sus conocimientos. De ahí pasó a tocar con su primo en las fiestas veredales a las que los invitaban, viviendo una vida artística alegre y solidaria.
Con setenta y cinco años, continúa produciendo piezas de música campesina, con la firme creencia de que, en ella, está la clave para la preservación de los valores culturales

DERECHOS DE LA VIDA

Músico empírico de Tibú, Norte de Santander. Sus inicios en la música fueron gracias a la tradición familiar, ya que su abuelo tocaba guitarra y tiple.
Consiguió una guitarra, motivado por fortalecer sus conocimientos musicales. El maestro Ciervo Carrascal le enseñó los tonos y las posiciones en el instrumento. Para él, el Catatumbo alberga una gran belleza, riqueza hídrica y biodiversidad; por esta razón le compuso una canción. Sueña con tener un estudio de grabación para continuar preservando la música de su región.
Con sesenta y cuatro años, siente gran amor por la carranga porque lo conecta con su origen campesino.

RECORDANDO MI VEREDA

Músico de Ocaña, Norte de Santander. Gracias a la tradición musical de su familia comenzó desde la infancia a tocar tiple y guitarra. Su padre fue su primer maestro y la persona que le regaló su primer instrumento musical. En la universidad conformó su primera agrupación musical llamada Armonía Tres, con la que ha participado en diversos eventos y festivales a nivel nacional.
En la actualidad, con cincuenta y seis años, se encuentra trabajando en la recuperación de las canciones tradicionales de su región.

QUÉ PASARÁ

Músico empírico de La Playa de Belén, municipio declarado Bien de Interés Cultural, ubicado en el Norte de Santander. Su infancia a pesar de estar rodeada de carencias económicas siempre estuvo acompañada de la música. Disfruta cantar bambucos y pasillos, sus letras relatan la cotidianidad y dan cuenta de las prácticas tradicionales de su región.
A sus ochenta y siete años recuerda con nostalgia algunas de las letras de sus canciones y siente que es de gran importancia transmitir las músicas tradicionales a los jóvenes, para que estas se mantengan en el tiempo.

SOY CATATUMBO

Dirección Artes

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