Death to the sworn, who have no honor
Death to the traitors, who have no word
Our sword is justice, our will is law
Death to those who do not respect, the warrior's code

Sworm

2025 All Rights Reserve © • 
Follow me: https://open.spotify.com/artist/1mdDvMkpW78PJ9OmyLggiC?si=jCov7MDfSh2EtYsWqJmBZg
Contact: hthumantmx@gmail.com
Instagram: https://www.instagram.com/lbigcrew
Mi vida ha sido una sinfonía de ritmos y melodías, una odisea sonora que ha recorrido desde los abismos del death metal hasta las cumbres de la trova, pasando por los laberintos del jazz, el funk, el dubstep y el bedroom pop.
Mi corazón late al ritmo de los bajos potentes y los beats contundentes, como si el propio pulso de la vida fuera una canción que resuena en mi interior.

Recuerdo mis primeros encuentros con la música, cuando mi padre me ponía discos de blues en la sala. La forma en que los saxofones y las guitarras parecían conversar entre sí, creando un diálogo musical que me transportaba a otro mundo.
Pero fue en la adolescencia cuando descubrí mi verdadera pasión: el Death. Los ritmos furiosos, las voces guturales y la bateria agresiva y potente me hablaban directamente al alma, como si fueran un reflejo de mi propia intensidad.

Sin embargo, a medida que crecía, mi gusto musical se expandió. Empecé a explorar otros géneros, como el funk y el soul, me enamoré de la forma en que la música podía hacerme sentir: vivo, energizado y conectado con algo más grande que yo mismo.

El dubstep, el drum and bass y el bedroom pop, se convirtieron en mis nuevos amores, con sus ritmos complejos y sus bajos que parecen sacudir el propio suelo. Y, por supuesto, el death y el jazz, con su sofisticación y complejidad, me recordaban que la música podía ser también una forma de arte sublime y agresiva.

Hoy en día, mi gusto musical es un reflejo de mi propia diversidad y complejidad. Me gusta pensar que mi corazón late al ritmo de la vida misma, y que la música es el lenguaje que me permite expresar esa emoción y esa pasión.
Así que aquí estoy, rodeado de ritmos y melodías, con el corazón latiendo al compás de la música. Y sé que, mientras la música siga siendo mi compañera de viaje, siempre estaré vivo, siempre estaré conectado con algo más grande que yo mismo...

Sworm

L'Big•mAK