¿Qué queremos? ¿Qué es, realmente, lo que queremos? En este mundo de mierda, envuelto en llamas, en este imperio del caos que llamamos vida, ¿qué carajo estamos buscando? ¿Es paz lo que queremos? ¿algún lugar físico o espiritual donde podamos descansar? ¿Alguien allá afuera? ¿Qué es lo que tratamos de descubrir? ¿Lo que queremos es ser felices, o más bien buscamos que el placer nos haga felices, algo así como quien bebe para olvidar que es un borracho? Antes de entregar nuestra mente y nuestro corazón a la búsqueda de la felicidad, tarea tremenda que requiere seriedad, pensamiento, cuidado y disposición, habrá que preguntarse si realmente queremos eso, porque en estos tiempos que corren, tan raros y frágiles, no abundan las cosas duraderas. Dios, la verdad, la realidad, el sentido o cualquier otra idea similar repetida en redes sociales no son más que palabras y las palabras no son la cosa, pero eso, claro, no te lo va a revelar tu influencer iluminado favorito. Y aún así, qué tercos somos, buscamos en las palabras algo permanente que nos de confianza, esperanza, ánimo, alguna certeza que arranque de golpe la inseguridad que habita en nuestro pecho. Pero si no tenemos ni idea de quiénes somos, mi rey, mi reina, mucho menos vamos a saber qué queremos.

Fabián Buelvas