No Break No Party   {fran y tolopillo}

En lo profundo de la selva, entre rugidos y sombras, reina una figura imponente: el gorila de lomo plateado. Su sola presencia impone respeto. No necesita alzar la voz ni golpear el pecho con violencia, porque su historia, sus cicatrices y la sabiduría que cargan sus canas ya hablan por él. Su espalda, marcada por el brillo plateado, es un estandarte de madurez y poder: el reflejo de quien ha visto pasar muchas lunas y ha sobrevivido a todas las batallas de la jungla. Es el más fuerte de los simios, el que no se esconde, el que no necesita trampas. Su mirada basta para recordar a todos quién es el verdadero rey entre la maleza.

En contraste, hay otros animales inquietos, ruidosos, pequeños en comparación: los chimpancés. Son jóvenes, impulsivos, incapaces de enfrentarse solos a nada ni a nadie. No luchan con honor, sino en manada. Se valen de artimañas, piedras afiladas y ramas que convierten en armas. Atacan desde las sombras, siempre buscando el número y la sorpresa. Pero en el fondo, pese a sus saltos y chillidos, saben que frente al lomo plateado no tienen fuerza real, solo ruido.

La selva es dura pero cada especie tiene su lugar. El gorila plateado domina con temple, sin necesidad de demostrar constantemente lo que ya todos saben. Los chimpancés, en cambio, gastan energía intentando parecer más de lo que son, creyendo que un par de noches de pelea les bastan para ocupar el trono.La selva no engaña. El gorila de lomo plateado representa al hombre más fuerte, más respetado y más veterano dentro del mundo de la fiesta. Los chimpancés no son más que los chavales de que, tras salir un par de veces,creen conocer las reglas, pero solo saben atacar en grupo y con artimañas. Pueden disfrazarse de grandes simios, pero por más que se inflen el pecho o intenten aparentar… aún son, y seguirán siendo, simples macacos 🐒.


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No Break No Party {fran y tolopillo}

Juan Luis Vela Vizcaino