/// LETRA ///
Un huérfano en la sombra, al que Dutch le dio su voz,
Hosea fue su guía, su maestro y su mentor.
Creció entre bandidos, juró sin temor,
ser hijo del oeste, del polvo y del rencor.

Una esposa perdida, a un hijo enterró,
Isaac se llamaba, el destino lo robó.
Cinco dólares mancharon su interior,
y el rastro de violencia nunca se borró.

Forjado como hierro, curtido en traición,
la vida le enseñaba a no pedir perdón.
Guardaba en silencio cartas sin razón,
el hombre endurecido ya era una contradicción.

Golpeó a un deudor, la tos lo delató,
un mal silencioso en sus huesos quedó.
La tuberculosis como sentencia sin voz,
su reloj de arena pronto quebró.

Dutch cayó en sus sombras, su mente...la traición,
Micah fue la víbora que envenenó esa unión.
El padre que adoraba perdió la razón,
y Arthur vio en ruinas su devoción.

Entonces descubrió que aún podía elegir,
no todo era codicia, ni matar por vivir.
Con John y su familia se trató de redimir,
lo poco que quedaba, lo poco que sentir.

Canta el viento en la sierra, un último amanecer,
Arthur carga la culpa, y aún quiere renacer.
Del desierto a la nieve, su caballo lo ve,
el camino a la tumba comienza a arder.

Canta el viento en la sierra, en su pecho el deber,
un forajido perdido que aprendió a ceder.
Con la sangre en camino no buscó el poder,
sólo dar a otro hombre la vida que suya no fue.

Al borde del abismo dejó atrás el temor,
salvó a John Marston como gesto de honor.
El sol en Ambarino quemaba su ardor,
pero el ciervo aguardaba su último fulgor.

Si su honor fue alto, el amanecer lo vio,
si su honor fue bajo, un coyote aulló.
Micah lo traiciona, Dutch lo olvidó,
pero su sacrificio en la tierra quedó.

Su nombre en el viento aún quiere cantar,
el diario lo guarda, su voz al rezar.
Arthur Morgan murió, pero pudo sembrar,
la semilla de un hombre que quiso cambiar.

Canta el viento en la sierra, un último amanecer,
Arthur carga la culpa, y aún quiere renacer.
Del desierto a la nieve, su caballo lo ve,
el camino a la tumba comienza a arder.

Canta el viento en la sierra, en su pecho el deber,
un forajido perdido que aprendió a ceder.
Con la sangre en camino no buscó el poder,
sólo dar a otro hombre la vida que suya no fue.

El ciervo o el coyote lo esperan al caer,
y en el eco del Oeste, su voz vuelve a nacer.

Cabalga Hasta el Olvido - Arthur Morgan

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Cabalga Hasta el Olvido - Arthur Morgan

KnightKakashi