 QUÉ CHICO ES EL PICO 
O la cerveza o la mina, 
flaco las dos contaminan; 
está escrito en su diario, 
vas a ser su presidiario. 
Te van comiendo neuronas, 
flasheado, sin poder carburar. 

O la cerveza o la mina: 
esa elección no termina.
Te pasa siempre a diario, 
viven de tus comentarios. 
Si las juntás dinamita, 
y en tu rock se pueden acabar. 

O la cerveza o la flaca, 
al lado siempre matan; 
una es pura mentira, 
otra espuma te tira.
Si te sube delata, 
y ahí metiste la pata; 
te das vuelta y respiran, 
de reojo te miran. 
Tu bolsillo se va consumiendo cada día más. 
Si te gustan te atrapan, es fija no podés parar. 

Letra: Guille Sánchez - Nico Incienso 
Música: Nico Incienso
2001

Qué chico es el pico

ARTILLERA

Tempestades de emociones
entre copas y el sudor.
Un resplandor de fuego en la cantera,
la sombra de los pasos del dolor.

Los colosos dando muerte.
Artillera sin amor.
¿Qué combate, nena? Si ando dibujado,
detonado por los labios del adiós.

La calle te hizo así,
audaz y fugitiva.
La noche que te oí
la sed te consumía.
Terco en la ventana abrasa el sol;
mi cara ennegrecida y tu respiración.

Corderos bajo el cielo de los dientes.
(A la manzana alguien la mordió…)

Vestida vas de blues:
del blues de andar caminos,
del blues de tanto andar.


Artillera

Laurel

Cuando el asfalto corre,
corre mi llanto, corren las luces.
Vientos que me rasguñan;
voy a su esencia sin que te cruces.
Hay días singulares que hoy se mueren
sin cuestionar por qué me voy.

Y me absorbe la tierra, aquí el futuro me exige tiempo:
teatros de post-guerra se sintetizan, arman un sueño.
Fríos me acariciaban, y en su silencio
se preguntaban a dónde voy.

Ruedas sobre adoquines,
lápiz sobre papel,
clavos en las paredes
llagas sobre el querer.
Esperan mi respuesta,
gentes del interior.
Deliro con ciudades
y los gusanos se van quemando sin compasión.

Gorriones me saludan, y la trasnoche desperezaba.
Dame tu fantasía, voy a fugarme por tu mirada.
Horas se desvanecen, vi a las agujas interrogarse
por qué me fui.

Cuando caiga en mi cuerpo y tome pose de realidad
volverá ese rocío, irá irrigando mi caminar;
y cruzaré la entrada, y haré equilibrio
sobre ese hilo que me hizo ir.

Flechas de plomo al alma,
ahora soy tu laurel:
Eros ha transformado mi afecto por desdén.
Mientras voy al volante se mueren ante mí
dolores y tristezas, pesar y penas
que he devastado cuando partí.

Nicolás L.

Qué chico es el pico

La Rollinga RnR

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