Leo Damario, Cineasta

¨HACER UNA PELICULA ES JUGAR AL TAROT¨

Damario tiene sangre italiana y originaria. No lo disimula.
Camina entre la gente por un rincón paquete de la Capital sin sobresaltos. Nadie duda de este tipo, imposible de no ver, con look de rockstar y sin la inseguridad de los advenedizos. En Leo conviven el buen gusto, lo extravagante, la calma, la memoria activa y la conciencia social. Niño mimado de figuras del rock patrio ( Andrés Calamaro, Adrian Rodriguez, Dárgelos, Carca) se anima a navegar contra corriente sin desviar el timón del destino; llegar a todos.
Le seduce un Porsche Cayman en El Salvador, pero es consciente que esa no es la realidad de su gente. Recuerda el encuentro con la Nouvelle vogue y arremete con las necesidades de los excluidos. Y en esa maniobra ligera consigue que no haya contradicción. Habla tranquilo de cosas con las que se podrían hacer mucho humo levantando la voz, Malvinas se cuela sin chauvinismo en la sala. Damario es afectivo y da la sensación de estar aprendiendo siempre.
Este gitano abacanado que evoca a su abuela cinéfila y su infancia de niño maleta, conoce la manera de contar su presente sin que la púa salte e imponga a la fuerza otro compás. En medio, la paternidad cambia su tono y alarga el compromiso. Leo, por Leonardo Favio, sabe de donde viene y tiene claro adonde llegó. También que podría esperar entre celebraciones, sin embargo, multiplicar conciencia es un lugar recurrente en la charla. Su estética tal vez sea el mejor anzuelo para los desprevenidos que juzgan las formas antes de ojear la baraja. Disfruten uds la palabra de este talentoso hacedor de arte que sueña con lenguas originarias en lugar de inglés en las escuelas.

DISEÑO SONORO: MARCELO BARRIO

UNA PRODUCCIÓN DE POSTIGO PARA ARQUITECTO DE LABERINTOS

LEO DAMARIO ∞ CINEASTA (PARTE I)

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