Mi nombre es Alexis Eduardo Barreto Montenegro, soy bibliotecólogo de la Universidad
Javeriana, especialista en gerencia con servicios en TIC de la Universidad del Rosario. Ya
tengo una trayectoria laboral de 24 años en temas de biblioteca. Trabajé 10 años con la
Universidad Javeriana en la biblioteca.

Trabajé tres años con la Universidad del Rosario, cinco años con la Universidad Santo
Tomás acá en Bucaramanga y actualmente ya llevo seis años con la Universidad Autónoma
de Bucaramanga. Yo soy bogotano, llevo 11 años acá en Bucaramanga y acá en
Bucaramanga pues había que hacer muchas cosas para bibliotecas, innovar como tal la
biblioteca y no solamente que fuera un estante de libros para prestar y espacios para
estudiar, sino que tuviera otra dinámica diferente y que aportara aún más a la academia. Y
pues la biblioteca obviamente en sí o su naturaleza son los libros, ¿no? Pero se han
incluido, integrado a este Centro de Recursos para la Aprendizaje y la Investigación otros
servicios como actividades culturales, el Bibliocine, el Club de Lectura Me Contó un Pajarito,
diálogos con el autor, proyecciones de película, como también el tema de talleres de
formación de usuarios.

Pues la universidad en su evolución también ha incluido pues los recursos electrónicos
como más o menos a partir de los años 90, donde hace una inversión bastante significativa
de más de 2.500 millones de pesos entonces, pues eso también ha aportado a esas
innovaciones tecnológicas que ha tenido la universidad, la integración del repositorio
institucional y realmente cuando yo llegué noté que en la biblioteca no estaban entrando
muchos usuarios, posiblemente por temas de gestión o posiblemente no se sentían a gusto
o posiblemente no encontraban la información que necesitaban o que requerían. Entonces
aprovechando esos hallazgos empecé a trabajar sobre ello. Entonces bueno, si es por el
problema por la información, pues busquemos bibliografía actualizada, suscribamos otro
tipo de recursos, busquemos otro tipo de proveedores que nos puedan suministrar un
abanico más de posibilidades.

Si es por temas de pronto de que no se sentían a gusto, entonces trabajemos con el
personal así para que se genere una calidez mayor cuando lleguen a la biblioteca. Pues acá
en lo que está digamos de innovación, pues se implementó el servicio 24 horas en
bibliotecas, ya no son solamente los bares y los gimnasios con servicio 24 horas, sino que
ahora también las bibliotecas, se implementaron kits de bibliotecas accesibles para
personas con diversidad funcional, portafolios en temas de formación y de cultura y bueno.
Y bueno, acá en la universidad se presentó la oportunidad de venir a trabajar, pues una
expectativa pues bastante grande.

Estaba bastante ilusionado de trabajar acá y además que esta fue la segunda universidad
en la que entré cuando llegué a Bucaramanga y pues mi primera impresión era estar
trabajando acá. Cuando llegué acá, pues el recibimiento de las directivas fue bastante grato,
me fue muy bien en las entrevistas y cuando quedé pues, oh sorpresa, que es una gestión
bastante diferente. De pronto, lo noto mucho, es como no es la universidad autónoma,
realmente uno tiene acá una libertad, hay una confianza bastante amplia en estos cargos,
se pueden desarrollar ideas, solamente por ejemplo el hecho acá de que después de cinco
años por fin tengamos un tobogán, de pronto le apostaba mucho a esa idea y mira la fuerza
que tiene, es el mensaje que envía, de que las cosas realmente se pueden hacer.


Alexis Eduardo Barreto Montenegro

Me llamo Ángela Ruiz, tengo 38 años y nací en Bogotá. Llevo alrededor de cuatro años en
Bucaramanga, llegué en enero de 2021. En la universidad estoy desde febrero de este año.
Llegué porque, no sé, "la vida me trajo". Antes estaba trabajando en un gimnasio, y sentí
que era el momento de hacer una pausa, buscar algo más tranquilo y con menos presión,
así que me di un tiempo. Una compañera de otro trabajo me comentó que en la universidad
estaban dando una oportunidad, y decidí presentarme.

Soy tecnóloga en Entrenamiento Deportivo del SENA en Bogotá, y además hice una
especialización tecnológica, también en el SENA, en Entrenamiento Físico Personalizado.
Debo decir que no fue fácil llegar a esto. Al salir del colegio no sabía qué estudiar.
Inicialmente, me metí a un instituto a estudiar Ingeniería de Sistemas porque la veía como
una buena entrada económica, y a la vez trabajaba. Sin embargo, al primer semestre me di
cuenta de que eran muchos números, mucha matemática y mucha parte tecnológica, y no
me fluía; no me veía tanto tiempo encerrada detrás de un computador.

Dejé eso y también lo intenté con Idiomas, pero no funcionó. Luego estudié Regencia en
Farmacia, y cuando estaba a un mes de graduarme de esa tecnología, sentí que tampoco
me llenaba, así que lo dejé pasar.

Cuando tenía unos 25 años, me di cuenta de que estaba perdiendo el tiempo sin decidir qué
hacer. Ya no tenía ahorros ni quién me pagara la universidad, por lo que necesitaba hacer
algo. En el SENA se presentó la oportunidad de estudiar algo relacionado con la Actividad
Física. Siempre me había gustado el deporte, pero nunca lo vi como una opción de trabajo
porque no me parecía una buena entrada económica. Sin embargo, me presenté, quedé, y
ahí me enamoré del deporte y la actividad física.

Desde entonces, he trabajado no solo en gimnasios, sino también dando clases de natación
y clases de deporte, en especial con Comfenalco, donde trabajé un buen tiempo.
Cuando terminé de estudiar en el SENA, me pregunté qué haría ahora, porque empezar a
trabajar es complejo. Tenía que hacer una escuela de profesores: después de estudiar,
había que pasar un proceso de selección entre 600 personas para poder obtener un puesto.
Logré quedar entre las 35 personas que se vincularon a ese trabajo. Era un trabajo
demandante; teníamos que preparar clases de rumba, aeróbicos y yoga. No tenía idea de
métrica musical ni de ritmo, pero tuve que aprender.

En el futuro, me gustaría enfocarme más hacia la Fisioterapia, en una combinación, ya que
siento que la fisioterapia va de la mano con el entrenamiento. Pero sé que es una carrera
costosa, entonces, si se da la oportunidad económica más adelante, me gustaría estudiarla.
La idea de estar aquí en el gimnasio de la universidad es, primero, cuidar la salud de los
estudiantes. Aunque muchos ya saben entrenar, mi función es estar pendiente de que no
hagan "ejercicios locos" o variaciones que ven en redes sociales; la idea es orientarlos para
que hagan las variaciones de forma correcta y sin lesionarse.

Para los estudiantes nuevos que nunca han entrenado, hay un acompañamiento más
constante todos los días. Empezamos con un proceso de adaptación, y después se les
envía una rutina de entrenamiento. Cada vez que vienen, nos muestran la rutina y les
orientamos sobre los ejercicios diarios.


Ángela Ruiz

Mi nombre es César Enrique Campos Grimaldos y soy el auxiliar administrativo de
infraestructura de operaciones en todo lo técnico de los auditorios. Inicié como jardinero acá
en la institución, en una oportunidad luego trabajé como mantenimiento, luego trabajé en
archivo central de un cargo que fue muy famoso en todas las universidades que se llamaba
chuspero, luego fui mensajero externo, luego llegué al almacén del centro de producción
audiovisual, empecé a trabajar entregando equipo a los estudiantes, aprendí todo lo
relacionado con los equipos, luego pasé a ser auxiliar del estudio de televisión, a trabajar
con la microfonería y alambrar a los personajes que venían para las entrevistas que en ese
tiempo habían tres programas de televisión que salían para el canal TRO, y de ahí pasé a
trabajar recién remodelado el Auditorio Mayor sin tener mucha experiencia en el auditorio,
entonces tuve que acudir a otros escenarios que hay en la región y a colegas que trabajan
en ese tema.

Yo venía con esa misión clara, yo venía con la oportunidad de poder ingresar, o sea que me
dieran el ingreso independientemente de lo que me tocara hacer, yo después de que esté
adentro yo voy es a crecer y aquí estoy.

Mi día a día no es como el día a día de todas las personas normal, o sea mi día de hoy
viene preparado hace una semana, ¿por qué? Porque tengo que empezar a llamar a las
personas del evento que viene, qué necesitan, cómo lo van a hacer, si la capacidad de
instalada que tenemos da para lo que ellos requieren, porque pues todas las personas, lo
voy a decir así muy coloquial, si creen saber hacer eventos pero en realidad hay muchas
cosas detrás de hacer un evento.

Nosotros somos los primeros en llegar y los últimos que nos vamos, nosotros los técnicos
en la UNAB y en cualquier teatro en Colombia. Trabajamos tiempos muy diferentes a como
trabajan las demás personas, o sea nosotros por ejemplo si una persona normal en la
institución sale a almorzar a las 12, nosotros no, nosotros es hasta que termine la
conferencia. Puede que una conferencia termine a la 1 de la tarde, entonces a esa hora nos
vamos a almorzar, entonces eso como que la gente dice ah van pasando por frente al
auditorio y entonces van viendo y dicen están en evento, pero es la 1, entonces para
nosotros los horarios son muy diferentes a las demás personas.

A veces las personas tardan un tiempo en poder comprender lo que nosotros hacemos,
entonces mantener la calma, pero después de que eso se nota, el trabajo es muy valorado,
en cuanto a los jefes y mis jefes más cercanos es muy valorado.

Pasamos muchas veces desapercibidos porque se enfocan en las personas que están en
tarimas, pero si hay un error técnico en vivo, en cualquier conferencia, charla o evento, pues
ahí sí vamos a ser visibles.

Siento que muchas veces necesitamos, o la gente necesita un poco más de asesoría y de
conocimiento en cómo realizar un evento, porque muchas personas dicen yo quiero hacer
una conferencia, pero no miran en cuanto a la seguridad, qué personaje es, necesita
parqueadero, si es inclusive alérgico, no le preguntan si come de todo o es vegano, todo
ese tipo de cosas que para muchas personas piensan que son simples, pero en realidad
son supremamente importantes para cualquier conferencista o ponente.


César Enrique Campos Grimaldos

Bueno, mi nombre es Pioex Torres Gutiérrez y ahorita me desempeño como asistente administrativo acá en la estación 42, estudios de producción audiovisual. Entonces, pues acá digamos el tema de las funciones es estar acá eh prestando los servicios, soporte a todos los espacios para cualquier problema que se presenten con el tema de de conexiones eléctricas, de señal, de audio, de video y en otras temas del tema de adaptación de locaciones, apoyar a los estudiantes o al personal que venga pues a hacer producciones acá en los estudios de de la universidad, pues para poder eh digamos para el trabajo.

Inicialmente yo estaba haciendo las prácticas con el SENA, ¿sí? entonces eh por medio del Sena, pues yo hice las prácticas acá, Y a la universidad pues estaban las vacantes, me postulé pues con otros eh digamos con otro eh aspirantes, sí, aspirantes al cargo y digamos fue como algo como como raro porque todos los otros postulantes eran jóvenes. Sí, yo era pues yo ya tengo 44 años y los otros pues eran pelados de 18 años, 20 años. Sí. Entonces digamos una de las cosas que la universidad pues buscaba es pues una persona que tenga que sea íntegra y que tenga pues diferentes habilidades y de pronto ellos eran buenos en producción audiovisual, pero les faltaban conocimientos en electricidad, en electrónica. Entonces, eso como que ayudó a que pues la experiencia que yo traía por fuera, cursos que traía también aparte de administración, eh ayudaron a que me dieran la oportunidad y pues inicialmente digamos no tenía como expectativas de quedar. ¿Por qué? Primero por la edad. Sí, pues porque ya pues una persona de la edad que yo tengo normalmente ya como que no le ven en una empresa como que dicen, "No, aquí toca gente joven". 

Entonces, y yo tenía como el concepto de que esta era una universidad como para, o sea, era como para gente rica y todo eso y resulta que no, o sea, decían, "No, que la universidad es una universidad inclusiva, pero pues yo no les creía. Sí, yo soy como escéptico con eso y yo no les creía.". Y ya cuando me dieron la oportunidad eh me presenté las pruebas psicotécnicas, psicológicas y pasé todo eso, y pues no, una alegría grande porque pues yo eh digamos vengo de de estar en en otra institución donde duré 22 años trabajando y pues allá ya salí porque cumplí el tiempo que debía estar allá y no pude seguir más. Sí. Y que me volvieran a dar una oportunidad pues lo mejor, lo máximo, porque uno pues lo que necesita es eh seguirse capacitando, seguirse formando, adquirir nuevos conocimientos, estar en en activo. Sí, de pronto eh otras personas dirán, "No, pero es que usted ya es pensionado, ya no tiene que estar por acá jodiéndose", ¿no? Pero es que uno eh si uno se echa, digamos, como a al tema de de que quedarse, ¿no? que ya no hago nada, que no sé qué, pues uno se va como, o sea, se acaba uno como más rápido, se le acaba la salud, eh pierde, digamos, eh conocimientos porque pues lo que uno sabe pues se queda ahí y no sigue.

Y acá me dieron la oportunidad de eso, de seguir poniendo en práctica todos los conocimientos que yo traía de de del tema de electrónica y de señal, manejo de de atención al cliente, todo eso. Entonces, me dieron esa oportunidad y me faltan como adquirir conocimientos más en el tema de audiovisual, ¿sí?. O sea, más pues hay muchas cosas de electrónica, electricidad, de sonido, pero entonces en el tema de  configuraciones, pero igual eso con el tiempo uno va aprendiendo el tema de ya configuraciones complejas de las cámaras o de los equipos. Eso es como que de pronto llega un estudiante a preguntarme una configuración, cosas que sí sé, sí, pero todavía me faltan. Eh, se siente mucha tranquilidad, un ambiente amigable, un ambiente de compañerismo chévere. Sí, es chévere. Entonces, pues tienen es que venir es con buena actitud. De resto aquí pueden hacer muchas cosas.


Pioex Torres

Los estudiantes del programa de Música de la Universidad Autónoma de Bucaramanga (UNAB) presentan el concierto “Prácticamente Juntos”, una propuesta llena de energía inspirada en las películas “Sing” y “Sing 2”.

En esta edición, a diferencia de las anteriores, el espectáculo incluye coreografías y bailes modernos que complementan la puesta en escena.
El docente Maurizio Colí, quien dirige la asignatura, explica que cada semestre trabaja junto a sus estudiantes en una propuesta artística diferente que logre sorprender al público y resaltar sus talentos.

“Nosotros cada semestre pensamos en un espectáculo nuevo y ahí es donde todos aportan ideas, sugieren, se va escogiendo repertorio, la temática, y este semestre son las películas The Sing 1 y 2. Yo creo que lo que vamos a presenciar esta vez es mucha energía en el escenario. Son canciones que transmiten alegría, energía, pura adrenalina”. 

La propuesta busca que los jóvenes desarrollen no solo sus habilidades musicales, sino también escénicas y de trabajo en equipo, integrando interpretación instrumental, vocal y corporal.
Por su parte, el estudiante de décimo semestre, Miguel Alejandro Romero, integrante del ensamble, menciona su nostalgia por ser su última presentación con “Prácticamente Juntos” pero también expresa su emoción de explorar sonidos nuevos que esta puesta en escena les pone como reto. 

“Mi primer concierto fue porque veníamos de pandemia, fue la primera vez que me presenté en el Auditorio Mayor. Ver a tanta gente juntasy después de cantar, ver a tanta gente aplaudirlo a uno, eso marca y eso llega al corazón y yo siento que eso es lo que más voy a recordar”.
El concierto “Prácticamente Juntos” es una oportunidad para apreciar el talento de los estudiantes de la UNAB y su versatilidad en escena, en una fusión de música y movimiento que promete contagiar al público.

La presentación se realiza el martes 18 de noviembre a las 7:00 p.m. en el Auditorio Mayor de la UNAB, con la participación de 17 estudiantes del programa de Música.

Informó Stefany Coronel. Unab Radio.




Concierto inspirado en “Sing” muestra el talento musical UNAB

Soy Angery Lozano Cepeda y trabajo en el área de Desarrollo de Mercado de la
Universidad Autónoma de Bucaramanga . En cuanto a cómo llegué al puesto, desde 2016
ingresé a la UNAB a través de la agencia publicitaria PDS. Llegué como Community
Manager y en ese momento me asignaron la Universidad UNAB, porque acababa de ser el
nuevo cliente de la agencia. Me asignaron manejar las cuentas de la UNAB, todo lo
relacionado con sus redes sociales. Duré tres años siendo la Community Manager de la
unab; todo lo que salía a nivel de redes lo manejaba y publicaba yo, las coberturas y todo
ese trabajo lo realizaba de la mano y bajo la guía del equipo de comunicación
organizacional.

Posteriormente, en 2020 pasé a ocupar el cargo de líder digital de la cuenta. En ese
momento ya dejé la supervisión directa de la cuenta, pero continué trabajando en mantener
el tono, la narrativa y todo lo que había aprendido sobre la gestión de contenidos y la
administración de las redes sociales de la UNAB. En 2023, la universidad abrió nuevas
vacantes y el área de mercadeo se expandió y reestructuró, pasando a llamarse Desarrollo
de Mercado.

Habían nuevos roles y perfiles que la universidad requería, y dado que ya habían
antecedentes positivos de mi gestión como Community Manager y después como líder
digital, me postulé y quedé directamente en el cargo. La gran ventaja fue que ya tenía
mucho conocimiento de la estrategia digital desde 2016 en la universidad. Yo me encargo
de todo lo relacionado con el manejo orgánico de las redes sociales, la supervisión y gestión
de contenidos que se salen en las redes principales de la marca UNAB, su comunicación
digital y estrategia digital. Además, estoy muy enfocada en mostrar la oferta académica
desde las pautas publicitarias a nivel digital y en medios tradicionales.

Lo que más me gusta de mi cargo es que es un trabajo vivo y dinámico. Cada día las redes
sociales siempre me ponen retos nuevos y muy creativos. Desde la línea de generar
referencias publicitarias, lo que consume también nuestras audiencias, también nos ponen
unos retos creativos, y desde mi cargo me ponen retos creativos bastante importante que
hace que siempre tenga que estar en esa dinámica constante de estar pendiente que está
cambiando y lo que la gente está viendo y que gusta en las redes sociales y cómo hacer
una sincronía entre lo que las audiencias quieren y lo que la universidad busca mostrar de
la universidad.

La experiencia más bonita que he vivido en la UNAB, realmente han sido varias, pero una que me parece importante destacar es la relacionada con las becas: Beca Horizonte, la campaña “Pa’lante Colombia”, y las becas Rafael Ardila Duarte. Es una de las cosas que más me encanta saber que podemos promocionar, que mostramos desde la parte de la promoción pero también desde la estrategia digital con la generación de contenidos, cuando mostramos que la universidad busca conectar y lograr que estudiantes con dificultades económicas puedan continuar con sus estudios. 

Yo fui becada durante toda mi etapa universitaria, desde el primer semestre hasta el último, y yo sé lo que se siente tener una oportunidad como esas, y es algo que me encanta, saber que desde mi cargo la universidad promociona esto, y la universidad tiene esas iniciativas muy loables y que desde mi cargo también se muestre y de vitrina, me encanta, porque conecta con algo muy personal, que yo también viví y es esa gratitud y es saber que la educación puede ser para todos.

Angery Lozano

Hola, mucho gusto. Mi nombre es Cristian Guarín. Trabajo como auxiliar administrativo en
la Universidad Autónoma de Bucaramanga en el área de multimedias. Aparte de mi trabajo,
me gusta ir al gimnasio después de salir, luego de eso voy a mis clases de inglés en la UIS y
termino por ahí hasta las 8 de la noche. En la noche me queda tiempo para asuntos
personales, en los que colaboro en la casa con mis papás, entre otras cosas.

Yo empecé a trabajar aquí primero haciendo mis prácticas laborales como técnico en
sistemas. Eso duró 6 meses y después me llamaron y me contrataron a término fijo. Mi
trabajo consiste en brindar atención a los usuarios, ya sean profesores, administrativos o
estudiantes, con sus equipos o con las salas en todo lo técnico y tecnológico.
Lo más importante de mi labor es garantizar que las salas, los salones y los auditorios estén
funcionando correctamente, que los usuarios se sientan satisfechos y no tengan problemas
durante sus clases, presentaciones o trabajo. Básicamente, esa es mi labor: que todo esté en
correcto orden.

Lo que más disfruto en este puesto es que me encanta la tecnología y me siento feliz de que
aquí aprendo muchas cosas. Primero, cómo tratar con las personas, cómo sentirme mejor,
cómo resolver problemas y solucionárselos a las personas.

Lo más desafiante de mi trabajo es encontrar algún problema muy difícil y no poder
resolverlo, quedando con el usuario con la pena de no haberlo solucionado. Sin embargo,
siempre en el trabajo me explican y logramos llegar a una solución en cualquier caso.
Aquí llevo trabajando más de 1 año: primero 6 meses en prácticas y luego 6 meses ya de fijo
hasta el momento. Mi primer día estaba nervioso porque este ha sido mi primer trabajo en
la vida adulta. No he tenido otro, y este fue mi inicio. Estaba nervioso, pero la gente aquí es
muy cálida y cómoda, no hay nadie que genere presión. Mi relación con profesores y
estudiantes siempre ha sido buena.

Les pregunto cuál es el error o qué ha ocurrido y trato de brindarles mi ayuda lo más rápido
posible para que se sientan conformes. Recuerdo una ocasión en la que un equipo estaba
fallando y un profesor me llamó con urgencia porque necesitaba continuar con su clase. Lo
solucioné en menos de 5 minutos. Era un problema sencillo, pero complicado para algunas
personas. El profesor quedó muy agradecido porque pudo continuar con su clase.
Trabajar en la universidad significa una gran oportunidad de crecer, porque sé que mi
trabajo aporta a que la universidad funcione de manera óptima y me permite aprender cada
día algo nuevo. Yo siento que siempre aprendo algo. Nuestro trabajo puede pasar
desapercibido, pero es clave para que las clases, reuniones y actividades fluyan sin
problemas.

Mi mensaje sería que valoren la tecnología como un aliado y que no duden en pedir ayuda cuando la necesiten. Una enseñanza personal es que iniciar un trabajo puede ser duro y
generar nervios, pero después uno se acostumbra, empieza a hacerse más responsable con
su vida y sus tareas, y aprende a organizarse mejor como persona.

A veces en multimedias llegan practicantes del Sena u otras instituciones a hacer lo mismo
que yo empecé. Entonces, yo les explico cómo tratar a las personas, siempre saludar,
resolver los problemas que tengan los profesores, cómo recuperar el carnet, cómo entrar a
la plataforma, cómo arreglar computadores, entre otras cosas. Así, estoy aprendiendo
también a instruir a otras personas en esta labor.

Si pudiera definir mi experiencia en la UNAB con una sola palabra sería agradable. ¿Por
qué? Porque ha sido un trabajo que me ha gustado mucho. La gente aquí es muy cálida y
cómoda, no he tenido dificultades con nadie ni me he sentido sobreexplotado. Me he sentido
bien como trabajador y he podido cumplir todas mis labores de manera agradable.

Cristian Guarín

Hola, soy Mariana Ferrerira y hago parte del colectivo universitario y feminista Violetas Autónomas.

Violetas Autónomas nació como un movimiento estudiantil. Somos varias chicas de distintas carreras: hay chicas de licenciatura en educación, de biomédica, de psicología; realmente es un movimiento bastante transversal dentro de la universidad. También nació gracias a la iniciativa de estudiantes que hacen parte del comité administrativo, quienes nos han apoyado en los temas logísticos, como saber a quién dirigirnos o con quién debemos hablar.

Ya hemos participado en varias actividades y, al final, somos un movimiento que está aquí para proteger a la comunidad estudiantil. Y sí, somos claramente un colectivo feminista, pero también reconocemos que la lucha contra el patriarcado incluye a los hombres, porque el patriarcado también ha sido una forma de opresión para ellos. Sin embargo, muchas personas no lo entienden y piensan que el feminismo es solo para mujeres, o que nuestro movimiento lucha contra los hombres, y no es así. Nosotras luchamos contra el patriarcado, que al final afecta tanto a las mujeres como a los hombres.

Violetas Autónomas nació para ser la voz de aquellas personas que, por miedo o vergüenza, no se atreven a hablar. Estamos aquí para alzar la voz por quienes necesitan ayuda y acompañamiento. Nosotras estamos abiertas a ayudar a cualquier persona. En esencia, Violetas nació para defender y acompañar.

Ya hemos participado dos veces en una fest, donde tuvimos un stand para recolectar toallas higiénicas. Esa fue la primera acción concreta del colectivo: instalamos una cajita dispensadora de toallas higiénicas en uno de los baños del Bosque, gracias a las donaciones recibidas. Llenamos una caja completa y recaudamos dinero en efectivo, que se destina a mantener las cajitas abastecidas.

Además, colocamos un cartel que decía: “Esto es en solidaridad. Si puedes, deja una; si la necesitas, toma una con toda confianza.” Esto porque, aunque en el Bosque hay dispensadores de toallas, muchas veces están vacíos, como nos contaron varias estudiantes. Por eso quisimos crear este sistema solidario que responda a una necesidad real.

Nos encantaría que más chicas se sumen al movimiento, porque entre más seamos, más fuerza tendrá nuestra voz. También buscamos empoderar a aquellas que sienten impotencia ante situaciones injustas y no saben cómo actuar. Violetas existe para canalizar esa energía y convertirla en acción colectiva.

Queremos además ayudar a resolver los casos que no han tenido respuesta por parte de la universidad. Sabemos de historias y situaciones que nos han compartido personas de la comunidad, y muchas aún no tienen soluciones claras. Por eso quisiéramos que la universidad no vea cada caso como algo aislado, sino que reconozca a Violetas Autónomas como un movimiento que lucha por esas situaciones.

Nuestro sueño es que Violetas sea un refugio y una lucha constante contra el patriarcado, el acoso, los comentarios inapropiados y todas las formas de violencia que se han normalizado. Queremos que se den soluciones certeras, que haya justicia, equilibrio, equidad e igualdad.

Seguiremos luchando, porque somos muchas, estamos cansadas de muchas cosas, y esa fuerza colectiva es la que nos impulsa a no rendirnos.

Mariana Ferreira

Mi nombre es Rubén Darío Pérez, tengo 53 años. Soy profesional en el área administrativa y tengo una especialización en comunicación digital y medios interactivos. Actualmente, en la universidad tengo el cargo de coordinador del área de soporte tecnológico.

La llegada acá fue casualidad. Me dieron una oportunidad de trabajar en una parte que se llamaba Archivo. Con el tiempo, viendo otras áreas, me llamó más la atención la parte de audiovisuales, todo lo que tiene que ver con video y sonido. Tuve la oportunidad de quedarme en el área que hoy se llama Multimedios.

Yo venía de una empresa que habían liquidado y, en ese momento, necesitaba poder sobrevivir. Gracias a una convocatoria pude llegar a la universidad. Ya estando acá, me gustó todo el espacio del área laboral. Empezamos desde un área que era, prácticamente, técnica, y con el tiempo me fui especializando y formando personalmente en el área de tecnologías.

Ya pasé a otra área y, en la parte profesional, como administrador. Así, al mismo tiempo, fui evolucionando en el ámbito laboral. La universidad vio los logros que he tenido y me dio la oportunidad de ascender y tener a cargo una oficina.

Nosotros, por ser empleados, tenemos beneficios de becas. A veces me tocaba estudiar de noche, pero después llegó la virtualidad, que también me sirvió. Todo esto me permitió alcanzar muchas metas: tener un hogar, una familia. Tengo una hija que está a punto de ser profesional, también de acá mismo.

En lo personal, la universidad me ha dado prácticamente el cien por ciento de lo que he podido lograr. Al principio, cuando inicié, tenía novia —que hoy es mi esposa—. Trabajaba hasta las seis de la tarde, salía y tenía clase de seis a diez de la noche. Con el tiempo, cuando formamos el hogar, ella comprendió la situación. Me tocaba equilibrar hogar, estudio y trabajo al mismo tiempo.

Como se dice, logré el objetivo real: tener un hogar, una familia y una estabilidad. No solo en lo material, sino también vivir tranquilo y feliz. Además, tengo una compañera que es muy dedicada en todo lo que hace, y eso ha ayudado a fortalecer mucho mi vida personal y profesional.

En cuanto a los retos, lo más difícil es llegar a todo el mundo. En el área de soporte debemos mantener contentas a muchas personas con diferentes personalidades. Son retos del día a día, porque cada persona llega con un caso diferente.

Por la experiencia que tengo, muchas personas dicen: “Si no se la sabe Rubén, no se la sabe ninguno”. Esa confianza me ha ayudado mucho, porque cuando alguien necesita colaboración en eventos, soporte, hardware o software, siempre me buscan. Pienso que eso ha sido un impacto positivo para la comunidad universitaria.

Nuestro área de soporte incluye todo lo que tiene que ver con infraestructura y operaciones: hardware, software, y la parte de eventos audiovisuales. También manejamos la carnetización, la reserva de aulas y muchos otros servicios que requieren nuestro aval.

Mi rol principal es ser el coordinador. Tengo a cargo entre 26 y 27 personas. Nosotros operamos en seis campus, y en cada uno hay técnicos de soporte y los mismos servicios. También recibimos practicantes del SENA.

Manejamos un horario muy extendido, desde las seis de la mañana hasta las diez de la noche. Yo organizo los turnos del personal para cubrir todas las jornadas, incluso los sábados, cuando el horario va hasta las siete de la noche. Mi labor es garantizar que siempre haya disponibilidad del servicio.

Todos cumplimos un ciclo, y lo que uno busca es dejar un legado. Uno va mirando los perfiles, quién puede continuar con el trabajo, y pienso que, como vamos, ese legado seguirá por mucho tiempo. Desde que exista la universidad, siempre habrá necesidad de un sitio donde alguien atienda y brinde soporte.

La UNAB es mi segunda casa, mi segundo hogar. Es un lugar donde me siento tranquilo, donde puedo disfrutar tanto del trabajo como de las amistades que he formado a lo largo de los años.

Rubén Pérez

Hola, mi nombre es María Gabriela Espinel Pinilla, tengo 32 años, soy psicóloga educativa y
trabajo en la Dirección de Éxito Estudiantil como profesional de acompañamiento académico.
Yo llegué a la UNAB el 10 de abril de 2023, principalmente llegué a la oficina de dirección
de docencia y trabajé en el área de evaluación y seguimiento de los aprendizajes.

Posteriormente, cuando realizaron la reestructuración de la vicerrectoría académica y la
creación de las nuevas direcciones, pasé a trabajar a la Dirección de Éxito Estudiantil.
Estuve destinada a la oficina, creo que también por mi perfil profesional, porque lo que venía
realizando desde la dirección de docencia, por esa razón estoy acá. Recuerdo un caso muy
bonito y especial con un estudiante de un programa virtual, el cual fue un caso de reintegro.

El estudiante ya llevaba uno o dos semestres por fuera del programa, sin matricular, y pues
gracias a la intervención que realizamos en conjunto con la dirección del programa y pues un
acompañamiento virtual, el estudiante realmente pudo reintegrarse, pudo retomar el ritmo.
Fue un caso que al día de hoy todavía lo tengo muy presente. Bueno, para mí significa de
alguna manera lo que le ha sentido a mi labor, el hecho de acompañar a los estudiantes y es la
razón de ser de esta oficina. Dentro de las historias de éxito más recientes que puedo,
digamos, traer a mi memoria, es un estudiante con un promedio general acumulado de 2.5, lo
que hace que se encuentre en estado de riesgo en prueba académica.

Eso no daba como para que se pudiera recuperar, estaba, digamos, con un pie por fuera del
programa y pues con un seguimiento casi que quincenal, con, digamos, un plan de trabajo,
organización de tiempo, mejorando sus métodos de estudio, ese estudiante pudo superar su
promedio, ya lo mejoró, subió a 3.2, casi 3.3, quedando, digamos, en estado normal y pudo
continuar con su programa. Pues eso sí, realmente fue un caso de éxito muy, muy, muy
chévere. A mí me llena mucho de orgullo que, digamos, hago parte de la oficina que trabaja
con la población que hace posible la existencia de la UNAB.

Es sentir que doy un granito de arena en el proceso y en el proyecto de vida de los
estudiantes. Cuando la otra persona no quiere recibir la ayuda o desaparece y no contesta,
tiende a ser muy frustrante, sí, y esas historias a veces tienden a ser bastante dolorosas y eso
es algo que uno va manejando, aprendiendo con el paso de los años, pero creo que es algo
que uno no llega a un punto en el que ya lo aprendió todo, sino que hay días de días. Creo que
un reto para mí, aún hoy 2025, es el estigma que todavía hay alrededor del psicólogo y el
manejo de la salud mental.

Pues todavía se ve como que ese estigma de no quiero hablar con el psicólogo o estoy bien,
yo puedo solucionar esta situación solo, sola. Son muchas, muchas miradas de lo que es el
éxito estudiantil, pero en sí se resume en trascender, o sea, en poder ir más allá de ese límite y
que trascienda no solo el aula, sino que también la vida de cada estudiante, cada persona. En
un principio estábamos enfocados en estructurar el plan de trabajo, digamos la estrategia de
formalización de la oficina, como tal pues la estrategia en la que íbamos a trabajar para poder
garantizar la permanencia estudiantil y con el paso de los meses, de los semestres, de los
estudios académicos, pues hemos recibido muy buenos comentarios.

Bueno, yo me sueño como una oficina que sea referente en la universidad y que sea un
ejemplo a seguir para las otras universidades de la región y del país. Que el trabajo tiene un
propósito y que ellos puedan llegar a ese día con la satisfacción de haber cumplido su meta.

Así, no recuerdo en mi nombre que esa palabra, esa conversación que tuvimos en algún
momento, esa interacción les haya como movido algo. Me gustaría que me recordaran por
eso.

María Gabriela Espinel

🎙️ Unab Radio es la emisora universitaria de la Universidad Autónoma de Bucaramanga. Somos un espacio de creación, cultura y conocimiento, donde convergen las voces de estudiantes, docentes y artistas locales, nacionales e internacionales.

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