La elección de los congresistas siempre pasa desapercibida, Senado y Cámara se llenan de muchos negociantes, ojo, que los presidentes de Senado y Cámara fueron capturados

Hay que actuar ante los hechos elocuentes

EDITORIAL DE NOTICIEROS GREM LUNES 12 DE MAYO DE 2025

Que Colombia adhiera a la Nueva Ruta de la Seda impulsada por China no puede ser excluyente con las relaciones comerciales con EE.UU., si lo firmado es transparente 

China y Estados Unidos no son excluyentes

Un llamado que no puede ser ignorado
En la Comarca Lagunera, sabemos bien lo que cuesta construir la paz. No es un logro automático ni 
eterno, sino el fruto de años de coordinación entre autoridades, sociedad civil y sectores 
productivos. Por eso resulta especialmente preocupante que, frente al aumento de extorsiones, 
cobros de piso y otras formas de violencia organizada que afectan al campo de la Laguna de 
Durango, la respuesta del gobierno estatal no haya sido la esperada. La ausencia del gobernador 
Esteban Villegas en reuniones clave con el sector agropecuario y empresarial no es una buena 
señal ya que lo que está en medio es una amenaza al bienestar de toda la región.
El posicionamiento público hecho ayer lunes por el Consejo Cívico de las Instituciones Laguna, 
junto con la Mesa Ciudadana de Seguridad y Justicia de Torreón y la organización México SOS, 
respalda los señalamientos que días atrás emitió el coordinador de la Mesa de Seguridad de la 
Laguna de Durango, Gerardo Ibarra Rodríguez, en torno a la falta de atención y compromiso del 
Ejecutivo estatal ante el creciente poder de grupos criminales que han comenzado a controlar 
aspectos clave del comercio agropecuario: fijan precios, cobran cuotas ilegales y controlan incluso 
la distribución de forrajes. No se trata de rumores: se trata de testimonios directos, de pérdidas 
económicas cuantificables y de la sensación cada vez más generalizada de abandono.
Frente a esa realidad, resulta insuficiente que se envíen a reuniones a funcionarios como el 
secretario de Seguridad o la fiscal estatal. Lo que se necesita es liderazgo político, cercanía con la 
ciudadanía y una voluntad firme de encabezar la solución, no de delegarla. La presencia del 
gobernador en esas mesas de diálogo habría sido un gesto poderoso de empatía y 
responsabilidad. Su ausencia, en cambio, ha sido interpretada por muchos como una falta de 
interés que preocupa. Especialmente porque los actores productivos y ciudadanos que han 
levantado la voz no lo hacen desde la confrontación, sino desde la corresponsabilidad.
Organizaciones como el CCI Laguna y México SOS no son improvisadas ni buscan reflectores. Se 
han ganado su prestigio trabajando codo a codo con las autoridades municipales, estatales y 
federales, promoviendo buenas prácticas y defendiendo el interés colectivo. Cuando esas voces 
alertan sobre una amenaza, lo responsable no es desacreditarlas ni ignorarlas, sino escucharlas y 
responder con acciones. Más aún cuando está de por medio la estabilidad de un sector tan 
estratégico como el agropecuario, que genera empleo, produce alimentos y sostiene buena parte 
del dinamismo económico de la región.
Definitivamente, amigo radioescucha, el llamado que hoy se hace al gobernador Esteban Villegas 
no es un reproche partidista ni una consigna electoral. Es un recordatorio de que su primera 
obligación es con la ciudadanía, y de que la seguridad, como afirma el posicionamiento de ayer, no 
se construye con discursos, sino con presencia, coordinación y voluntad. Es hora de cerrar filas, de 
fortalecer al Mando Especial de La Laguna y de garantizar que ni el miedo ni la omisión tengan 
cabida en nuestra tierra. Porque sólo así, sumando todas las voluntades, podremos seguir 
cultivando lo que más importa: la productividad, la paz y el futuro de nuestra gente.

EDITORIAL DE NOTICIEROS GREM MARTES 13 DE MAYO DE 2025

El visto bueno del Congreso a la consulta laboral propuesta por el Gobierno es un paso clave para avanzar en un mejor sistema, lástima que sea imponer más que argumentar

La hora de la verdad de la consulta laboral

Ganadería mexicana: alerta roja


Estados Unidos decidió cerrar su frontera a la importación de ganado mexicano, una medida que estará vigente por lo menos durante 15 días, debido a la presencia del gusano barrenador en nuestro territorio. Aunque se trata de una suspensión temporal, los efectos son inmediatos y devastadores: pérdidas económicas, incertidumbre para los productores y una creciente sensación de desprotección. Según el Consejo Nacional Agropecuario, se estarían perdiendo alrededor de 11.4 millones de dólares diarios por exportaciones que no se concretan, lo que al término del periodo implicaría un impacto superior a los 170 millones de dólares.

Los más afectados por esta medida son los estados del norte del país, incluidos Coahuila, Chihuahua y Sonora, cuya economía rural depende fuertemente del comercio ganadero con Estados Unidos. Sin embargo, el problema no se limita a lo económico. Lo que esta situación deja al descubierto es la fragilidad estructural de la ganadería nacional, una actividad que, pese a su importancia estratégica para la seguridad alimentaria y la economía del país, opera en condiciones sumamente adversas. Sequías prolongadas, escasez de agua, encarecimiento de insumos y falta de apoyos gubernamentales han colocado al sector en una situación de alta vulnerabilidad.

Ante esta coyuntura, la Confederación Nacional de Organizaciones Ganaderas propuso una serie de medidas, entre ellas el cierre de la frontera sur para impedir el ingreso de ganado posiblemente infectado, mayor vigilancia sanitaria y la instalación de una planta de producción de moscas estériles en Chiapas. El gobierno federal, por su parte, ha declarado estar haciendo todo lo “materialmente posible” para combatir la plaga, asegurando que se han dispersado más de mil millones de moscas estériles y que se activaron protocolos desde 2024. Sin embargo, la percepción de muchos productores es que las acciones han sido tardías y que los recursos han sido claramente insuficientes.

La crisis sanitaria actual debe ser entendida como una oportunidad para replantear el modelo de atención al campo mexicano. La ganadería no puede seguir enfrentando sola los embates del cambio climático, las plagas y la falta de infraestructura. Es urgente invertir en tecnologías sostenibles, mejorar los mecanismos de prevención, fortalecer las capacidades locales y garantizar que las políticas públicas estén diseñadas no solo para contener las crisis, sino para evitarlas. A largo plazo, lo que está en juego no es solo la recuperación de un mercado de exportación, sino la viabilidad misma de miles de pequeños y medianos productores.

Definitivamente, amigo radioescucha, este cierre de frontera es mucho más que una crisis puntual: es una señal de alarma. Si queremos preservar esta actividad clave para la economía y para la vida en el campo mexicano, necesitamos una política agropecuaria integral, seria y sostenida en el tiempo. Porque hoy no se trata solo de exportar, sino de garantizar que quienes viven de la ganadería puedan hacerlo con dignidad, sostenibilidad y futuro. Dicen que hay que convertir los problemas en oportunidades. ¿Tendremos la capacidad como país de hacer de esta coyuntura para el campo, el gran punto de inflexión a partir del cuál vuelvan las épocas de bonanza? Esa es una de las grandes preguntas.

EDITORIAL DE NOTICIEROS GREM MIERCOLES 14 DE MAYO DE 2025

Colombia ya hace parte de la nueva ruta de la seda promovida por China, una oportunidad que no es excluyente con el comercio con Estados Unidos, pero obras son amores y no buenas razones

El gran reto de que todo no sea un cuento chino

Un país que no cuida a sus maestros, no cuida su futuro


Cada 15 de mayo conmemoramos en México el Día de la Maestra y del Maestro, una fecha que sirve para reconocer la labor de quienes, con su vocación y esfuerzo, forman a las nuevas generaciones. Sin embargo, más allá de los discursos oficiales, vale la pena detenernos a observar la realidad cotidiana de quienes ejercen la docencia en el país. Un estudio reciente de la Fundación SM, elaborado con rigor metodológico y cobertura nacional, nos ofrece una radiografía clara y preocupante sobre el estado del magisterio. Sus resultados confirman algo que muchos ya intuíamos: que, aunque la docencia sigue siendo una labor profundamente vocacional, las condiciones para ejercerla son cada vez más adversas.

El dato más revelador es que tres de cada cuatro docentes en México eligieron su profesión por gusto, vocación o deseo de mejorar la sociedad. Aun así, siete de cada diez docentes señalan que no cuentan con los recursos ni con el apoyo institucional necesarios para desarrollar adecuadamente su labor. Esto incluye desde materiales básicos hasta condiciones estructurales del entorno escolar. A pesar de las carencias, el 65 % afirma que no dejaría la enseñanza ni siquiera si pudiera, lo que habla de un compromiso inquebrantable, pero también de un sistema que parece aprovecharse de esa entrega para posponer cambios urgentes.

El desgaste físico y emocional es una constante. El 50 % del profesorado ha padecido agotamiento, afectando especialmente a las mujeres, a quienes laboran en el sector público y a quienes tienen más años de servicio. El estrés no proviene del aula, sino de factores externos: exceso de trabajo administrativo, demasiadas tareas por corregir y un salario que no corresponde ni con la formación profesional ni con las largas jornadas que muchos deben cumplir. Aun así, nueve de cada diez docentes se esfuerzan día a día y mantienen, al menos parcialmente, la ilusión por enseñar. Este dato debería movilizar a la sociedad entera.

Sin embargo, ese esfuerzo cotidiano no se ve reflejado en el reconocimiento público ni institucional. Apenas dos de cada cinco docentes se sienten valorados por la sociedad y solo uno de cada tres se siente apoyado por la administración educativa. Este escaso reconocimiento impacta no solo en el estado anímico del profesorado, sino también en la percepción social de la educación como un bien común. Sin condiciones laborales dignas, sin apoyo institucional sostenido, sin una narrativa social que eleve el prestigio de la docencia, difícilmente podremos aspirar a una mejora real en la calidad educativa.

Definitivamente, amigo radioescucha, este 15 de mayo debe ser más que una fecha simbólica. México necesita replantear de fondo su relación con quienes dedican su vida a educar. No habrá transformación educativa sin maestras y maestros fortalecidos, respetados y bien acompañados. Porque al final del día, todos los problemas —la desigualdad, la violencia, la falta de oportunidades— tienen algo que ver con la educación. Y ningún sistema educativo puede ser mejor si se descuida a sus docentes.

EDITORIAL DE NOTICIEROS GREM JUEVES 15 DE MAYO DE 2025

Entre enero y marzo de este año, la economía colombiana creció 2,7%, un número positivo por debajo de las necesidades del país en pago de impuestos y generación de trabajo formal

Hay crecimiento de la economía, pero aún falta

No dejemos solos a los jóvenes


En México, ser joven es una condición de alto riesgo, para la gran mayoría. La precariedad del empleo, la pobreza, la exclusión social y la falta de oportunidades han colocado a la juventud en una situación alarmante. Más de la mitad de los jóvenes se encuentran fuera del mercado laboral o insertos en él bajo condiciones indignas, con salarios insuficientes, sin prestaciones ni acceso a la seguridad social. A esto se suma el rezago educativo, la discriminación y la imposibilidad de acceder a una vivienda digna. No se trata de casos aislados, sino de síntomas de una violencia estructural que se expresa todos los días de forma silenciosa, pero devastadora.

Este tipo de violencia no tiene un agresor visible. Es una violencia que se cuela por las grietas del sistema económico, político y social, y se vuelve parte de la vida cotidiana. Como bien lo explicó el afamado sociólogo y matemático noruego, Johan Galtung, esta forma de violencia se instala cuando la distancia entre lo que una persona podría llegar a ser y lo que realmente puede ser se agranda por falta de recursos, de oportunidades y de justicia. Así viven millones de jóvenes en nuestro país: excluidos, precarizados y sin posibilidad real de construir un proyecto de vida. Y encima, señalados bajo el estigma equivocado de ser una "generación de cristal". 

Pero en ocasiones, la violencia estructural se convierte en violencia directa. Es entonces cuando hablamos de juvenicidio: la eliminación sistemática —física, simbólica o moral— de los jóvenes. México ha sido escenario de esto durante años. Entre 2015 y 2024, más de 25 mil menores de 18 años fueron asesinados. Muchos más han desaparecido, han sido criminalizados o empujados a la informalidad, al crimen o al exilio forzado. La sociedad ha aprendido a mirar hacia otro lado, justificando estas muertes por la supuesta irresponsabilidad o peligrosidad de la juventud.

El juvenicidio no es solo un dato estadístico. Es una realidad desgarradora que refleja una política de abandono y desprecio. Cuando los jóvenes mueren por causas evitables, por hambre, por balas, por desesperanza, estamos frente a un fracaso colectivo. No podemos seguir normalizando que la juventud sea descartable, ni seguir responsabilizando a los propios jóvenes por la situación que viven, como si ellos fueran los culpables de una estructura que los margina desde que nacen.

Definitivamente, amigo radioescucha, no podemos dejar solos a los jóvenes. Su situación, en la mayoría de los casos, los hace percibirse como atrapados en una trampa de la que no podrán escapar, porque no hay esfuerzo que valga. Por eso, necesitan más que becas: requieren oportunidades reales, espacios seguros y una sociedad que los vea con esperanza, no con miedo. Cuidar a nuestros jóvenes no es un acto de caridad, es una obligación ética, política y humana. Porque si ellos no tienen futuro, el país tampoco lo tendrá.

EDITORIAL DE NOTICIEROS GREM VIERNES 16 DE MAYO DE 2025

Escuche el análisis del periódico sobre los temas más relevantes de la economía nacional e internacional.

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