Cuando me piden una sesión para hacerse una idea de lo que pinchó, me encuentro con un pequeño dilema, ya que, cuando comienzo, rara vez sé lo que voy a poner. Mi estilo se basa en mezclar diferentes géneros, buscando siempre canciones que lleguen al alma. No pienso en la mezcla perfecta; es algo mucho más profundo. 

Es un viaje con la música, uniendo mundos paralelos y creando esa magia
que acompaña el momento.

Todo depende del momento y de la situación. La banda sonora se teje en el aire sin esfuerzo, como una cálida caricia. Cada nota parece bailar con la luz de las velas, creando una atmósfera única. La música puede ser suave como el terciopelo o enérgica como un café por la mañana, adaptándose siempre al ambiente y a las emociones presentes.

La música está llena de canciones inolvidables, temas que se asocian a recuerdos de nuestras vidas, a etapas, lugares y personas. También hay canciones que se asocian siempre a un artista, que se convierten en su marca, en su gran canción, en ese tema con el que cierran las mejores veladas. La magia de estas canciones radica en su capacidad para transportarnos a momentos específicos, evocando emociones y sensaciones que perduran a lo largo del tiempo. Cada nota y cada letra tienen el poder de revivir un recuerdo, conectándonos con el pasado y con el artista que la interpreta.

Estos temas icónicos son más que simples melodías; son piezas fundamentales de nuestra banda sonora personal y colectiva. Son esas canciones que nunca pasan de moda, que siguen resonando con la misma fuerza desde la primera vez que las escuchamos, y que nos acompañan en los momentos más significativos de nuestras vidas.

When I'm asked for a session to get an idea of what I play, I face a bit of a dilemma because, when I start, I rarely know what I’m going to play. My style is about mixing different genres, always looking for songs that touch the soul. I don’t think about the perfect mix; it’s something much deeper. It’s about traveling with the music, uniting parallel worlds, and creating that magic that accompanies the moment.

Everything depends on the moment and the situation. The soundtrack weaves itself effortlessly into the air, like a warm caress. Each note seems to dance with the candlelight, creating a unique atmosphere. The music can be as soft as velvet or as energetic as a morning coffee, always adapting to the ambiance and the emotions present.

Music is full of unforgettable songs, tracks that are tied to memories of our lives, to different stages, places, and people. There are also songs that are always associated with a specific artist, becoming their signature, their great song, the one that closes the best evenings. The magic of these songs lies in their ability to transport us to specific moments, evoking emotions and sensations that endure over time. Each note and each lyric have the power to revive a memory, connecting us with the past and with the artist who performs it.

These iconic tracks are more than just melodies; they are fundamental pieces of our personal and collective soundtracks. They are the songs that never go out of style, that continue to resonate with the same strength since the first time we heard them, and that accompany us in the most significant moments of our lives.

Feeling Good

Sargon recibe el nombre de Nabopolasar "el hijo de nadie".

NABOPOLASAR

De vez en cuando aparece un selector de 
frecuencias musicales que inspira el imaginario 
colectivo, Lord Visnú, es capaz de conjugar 
estados de ánimo, con un enfoque ecléctico y 
auténtico. 
A través de sus sesiones multiculturales que se 
acercan al concepto de una emisora ambulante 
que sintoniza todos los ritmos del planeta, una 
estación universal que conecta culturas y une a 
las personas. Instrucciones musicales para nunca 
dejar de perder la fe en el poder de la música, un 
canalizador musical, que sana, transmite, vibra y 
hace volar la imaginación.

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